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juego permite que el aprendizaje sea creativo y participativo donde el niño y la niña sea parte
de ella.
3.3.6 Estrategia para la escritura de una segunda lengua
Galdames, Walqui y Gustafson (2011) mencionan algunas estrategias para el aprendizaje de
la escritura. Explican que forma simultánea con las destrezas de escrituras caligráficas. Es
parte fundamental que los niños tengan conciencia del propósito comunicativo que tiene el
aprendizaje de la escritura.
Las estrategias son las siguientes:
Aprender a escribir mi nombre: para facilitar este aprendizaje, elaborando tarjetas con
el nombre de cada niño y niña del curso. Junto con realizar actividades que impliquen
aprender a identificar sus nombres y los de sus compañeros, ayúdelos a realizar los
trazados que les permiten copiar su propio nombre. En sus cuadernos o en hojas, en
esta parte los niños y las niñas se familiarizan con las grafías.
Jugar a escribir: esta estrategia metodológica se basa en la observación de las
actividades que realizan naturalmente los niños y niñas que viven en contextos
rodeados de personas que leen y escriben. El objetivo de estimular a los niños a juagar
a escribir en las primeras etapas del proceso de aprendizaje de la escritura es el de
permitirles vivir en forma lúdica su capacidad de expresar a través de trazados que
pretenden ser la escritura. Freites (1993) explica la enseñanza que la ortografía puede
realizarse de manera incidental o a través de un proceso sistematizado.
La combinación de ambos recursos es sin duda el proceso más adecuado para el logro de
mejores resultados. Mediante la enseñanza sistemática tanto docentes como alumnos
estudian las palabras con dificultad ortográfica.
En él se cumplen los siguientes pasos:
a) Diagnóstico.
b) Organizar planes de estudio y recuperación.
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