Page 101 - Lo Inevitable del Amor
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Eugenio ha regresado ya de Nueva York. Me ha contado que todo ha ido de
maravilla, que se lo ha pasado en grande y que es una ciudad en la que le
gustaría vivir algún día. Está entusiasmado. Opina que Manhattan es el referente
mundial para cualquier persona a la que le interese el arte, la moda, la
arquitectura… Es allí donde pasa todo, Madrid es un pueblo, dice. Siempre que
va, y ha ido varias veces, regresa con ganas de volver para quedarse, aunque
cuando lleva aquí algunas semanas se le va pasando. Le ocurre a otra gente que
conozco, pero a mí, no quiero ser reiterativa, ya he explicado lo que me pasa con
esa ciudad.
Tan contento estaba Eugenio con el viaje que pensé que lo de Clara se habría
asentado como relación cuando de repente me dice que rompieron un día antes
de regresar a Madrid. Menos mal que no se ve a través del teléfono, porque debía
de ser cómico verme apretar el puño en señal de victoria, como cuando un
tenista hace un punto, al mismo tiempo que le decía: « Eugenio, cuánto lo
siento» . Él me dice que no, que no hay que sentir nada. Habla maravillas de
Clara, pero dice que ella está en un momento demasiado complicado y que él…
Bueno, que ya me contará lo que le pasa a él para no poder estar con Clara. Lo
dicho, menos mal que no se ve a través del móvil, porque los saltos que daba
mientras le decía un poco distante « claro, claro, ya me lo contarás luego» eran
olímpicos. Ahora está durmiendo un poco para recuperarse del jet lag y esta
noche hablaremos.
Últimamente mi conducta no tiene mucho que ver conmigo. Con quien yo he
sido hasta ahora, quiero decir. Hay veces que sé explicarlo y otras no, pero me
da igual. Tiene algo de sinsentido mi comportamiento, pero quiero ver a dónde
me lleva esta forma de dejarme llevar. Por ejemplo, es un sinsentido que quiera
volver con Eugenio. Inexplicable que después de casi veinte años acostándome
con él sienta ahora un hormigueo en la tripa como si fuera una adolescente. Ni
sexo quiero, sólo besarle y, si me atrevo, decirle que le quiero. Nunca le he dicho
a Eugenio « te quiero» . Nunca lo he sentido de verdad y por eso nunca se lo he
dicho. Ahora creo que sí se lo diría.
Esta noche voy a escuchar eso que me quiere decir y que espero que sea lo