Page 97 - Lo Inevitable del Amor
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quien la dirija.
Nada más abrir la puerta noto su cara de sorpresa, que continúa mientras
recorremos toda la casa. Me dice que desde fuera no se adivina cómo es por
dentro. Es verdad, el exterior tiene mucho de la arquitectura que he hecho hasta
ahora, pero cuando entras los espacios son muy distintos a los que suelo diseñar.
El interior es acogedor, un concepto al que nunca he prestado mucha atención.
Gene estaba obsesionado con que el salón no pareciera el hall de un hotel de lujo,
sino un salón en el que vivir. Ese empeño tenía sabiendo que la que viviría aquí
sería yo y no él.
Blanca y yo nos sentamos en una pila de láminas de la tarima que hay en el
salón y que se van a colocar en una de las habitaciones de arriba. Es lo último
que falta antes de que entren los pintores para terminar. En la casa vacía, con eco
de nuestra conversación, le cuento mi intención de abrir una línea de interiorismo
en Puente. Le gusta la idea y no me pregunta ni por el sueldo. A ella le interesa
otra cosa.
—¿Y por qué yo?
—Tengo la intuición de que debes ser tú.
—Sabes que aunque reconozco el mérito de tu trabajo, no soy precisamente
una entusiasta de él. No entiendo tu empeño.
—A lo mejor es por eso.
—Debe de haber decenas de interioristas que te admiran y se morirían por el
puesto que me ofreces.
—Al contrario de lo que te pasa a ti, a mí me encanta tu trabajo —reconozco.
—¿Tú has visto mi trabajo?
—Sí. Te he seguido desde hace meses, he visto casas que has decorado en
archivos y he leído un montón de artículos tuyos.
—Me sorprendes.
—Me gustan tus ideas, creo que puedes aportarme algo que yo no tengo.
—Si te soy sincera, no termino de entenderte.
—Ni yo misma me entiendo del todo.
—¿Has oído algo? —se sobresalta.
—No. ¿Dónde?
—Arriba. Me ha dado la sensación de que hay alguien arriba.
—No puede ser. Hoy es domingo. Nadie trabaja hasta mañana.
—Tengo que reconocer que esta casa, por ejemplo, es maravillosa.
—¿Verdad?
—Sí tiene algo de tu sello, pero me parece más confortable.
—¿Podrías decirme algo bueno de mi arquitectura?
—Que es bonita. A veces muy bonita a primera vista.
—Eso es bueno, ¿no?
—Sí, pero creo que le falta alma.