Page 106 - Lo Inevitable del Amor
P. 106
hace. Y lo hace tan suave, tan a tiempo, tan intenso que tengo que controlar la
respiración para no gritar. No veo lo que me hace, sólo lo siento. Lo que veo es su
nuca, su espalda fuerte, su culo, sus piernas y eso me hace sentir tanto que le
cojo del pelo con una mano mientras sostengo la copa con la otra. Eugenio está
desconocido. Es bueno en la cama, pero esta forma es nueva para mí. Bebo un
trago largo del gin-tonic. Me está gustando tanto que no tengo ninguna gana de
acabar. Le pido que pare. Lo hace, se reincorpora y me pide beber de la copa.
Le veo hacerlo con su boca mojada de mí y se me escapa un jadeo ante esa
imagen. Estoy muy excitada, si no le restara algo de profundidad y belleza a mi
sentimiento, diría que estoy cachonda perdida. Y más cuando se tumba boca
arriba y me invita a que suba encima de él. Pienso que es para entrar, pero
cuando voy a hacerlo empuja de mis nalgas hacia arriba y me coloca justo
encima de sus labios. Ahora delante de mí tengo la pared, apoyo mi frente en
ella mientras miro hacia abajo y contemplo sus ojos observándome y su boca
haciéndome estremecer. Me quedo mirándole y me excita mucho que me
aguante la mirada con el resto de su cara escondido entre mis piernas. No puedo
más, me muevo encima de él disfrutando de cada segundo del placer que me
está dando. Apenas grito al acabar, apenas puedo. Me tumbo junto a él y le pido
que me abrace con fuerza. Ha sido tan hermoso y emocionante este placer que
no quiero marcharme esta noche de aquí. Casi sin hablar apoyo mi cabeza en su
pecho. Es lo último que recuerdo antes de quedarme dormida.