Page 110 - Lo Inevitable del Amor
P. 110
amor que Antonio y Ernesta han mantenido durante tantos años. Amor,
admiración y respeto en esa simple frase: « Tu madre es una mujer
maravillosa» .
—Yo la veo muy entera —comento.
—Siempre ha sido muy valiente. Hoy mismo me ha dicho que tengo que
invitarla a una marisquería.
—Qué bueno, últimamente casi no come.
—¡Vente! —me propone—. Y así lo celebramos.
—¿Qué celebramos?
—Mi cumpleaños.
—¡No! ¡Antonio, cuánto lo siento! No me he acordado de que hoy es tu
cumpleaños.
—Fue antes de ayer, pero da igual.
—¡Muchas felicidades! ¡Jo, qué mal me siento!
Y es verdad que me siento mal. Con todo lo que está pasando se me ha
olvidado por completo. Menos mal que mi padre no se enfada, él es así.
Quedamos en que mañana vendrá a casa a estar un rato con las niñas. Así tendré
tiempo de comprarle un regalo. Con él, un buen libro siempre es un acierto.
—¿Qué tal Estefanía? —le pregunto mostrando interés.
—¿No te contó tu madre?
—No. ¿Qué tenía que contarme?
—Que se ha marchado.
—Lo habéis dejado.
—No, me dejó ella a mí. Una mañana, al levantarme, me encontré una nota
de despedida, como en las películas.
—¿Y qué decía?
—Nada en especial. Que estaba cansada y que se marchaba.
—¡Me dejas de piedra! —digo por decir.
—La he llamado al móvil, pero sale el contestador de que ese número no
corresponde a ningún abonado.
—¿Y cómo estás?
—No sé. Con cara de tonto, supongo.
—He de confesarte que esa mujer a mí no me gustaba.
—No hace falta, se te notaba demasiado.
—Yo creo que iba a por tu dinero.
—No lo creo porque no se ha llevado nada. Y quiero que sepas —continúa—
que ella tenía una especie de fijación contigo.
—¿Conmigo?
—Sí. No paraba de preguntarme cosas sobre ti. Tú eras su tema de
conversación favorito.
—¡Es lo último que podía esperarme de ella!