Page 112 - Lo Inevitable del Amor
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accidente de tráfico. Sabéis también, porque aquí se sabe todo, que ese hombre
      era  mi  padre  biológico.  No  os  voy  a  aburrir  con  demasiados  detalles,  pero  sí
      quiero  que  sepáis  que  él  es  el  responsable  de  lo  que  os  tengo  que  comunicar.
      Ninguno de vosotros va a perder el trabajo, eso es lo primero… Sí, sí, respirad
      tranquilos. Tú también, Martín, que todo está controlado…
        » Tenemos  que  terminar  los  proyectos  que  están  en  marcha  y  hay  que
      empezar otros nuevos… Tenía por aquí una chuleta de lo que os tenía que decir,
      que  ahora  me  he  quedado  un  poco  en  blanco…  ¡Ah,  sí!  Quiero  organizar  un
      concurso de nuevos talentos de la arquitectura… Quiero que estén en Puente los
      mejores de España… Habrá una nueva línea de interiorismo que dirigirá Blanca
      Ríos,  a  la  que  ya  conocéis  todos.  ¿Qué  tal,  Blanca?  Más  cosas  que  tengo
      apuntadas…
        » En  España  hay  algunos  concursos  de  obra  pública  a  los  que  quiero  que
      Puente  se  presente:  museos,  centros  culturales,  universidades  y  hasta  una
      catedral.  Yo  me  voy  a  dedicar  exclusivamente  a  dirigir  esos  proyectos,
      especialmente el de un museo en Aragón que me hace muchísima ilusión… Otra
      cosa, nos mudamos de aquí… La nueva sede de Puente será la casa donde yo
      vivía hasta ahora. En realidad, siempre ha sido más una oficina que un hogar, así
      que…
        » Bueno, sigo… En Puente vamos a seguir construyendo casas, eso sí, más
      vivibles,  que  ya  sé  que  no  existe  la  palabra,  pero  que  me  encanta.  Ese
      departamento lo dirigirá Eugenio… Porque ésa es otra cosa que os quería contar:
      por el momento, yo no volveré a diseñar ninguna casa más, la última va a ser la
      mía y ya está terminada… Que por cierto, cuando la inaugure, que será muy
      pronto, voy a hacer una fiesta a la que me gustaría que vinierais todos.
      Ya están los muebles en Madrid. La empresa de mudanzas los está desembalando
      y  colocando  provisionalmente  donde  yo  les  voy  diciendo.  Eugenio  me  está
      ayudando.  Los  cuadros  y  algunas  esculturas,  de  momento,  no  las  voy  a
      desembalar. Eugenio me indica qué hay en cada una de las cajas y bultos. Unos
      se quedan en el salón, otros los distribuyo por las habitaciones, la mayoría los
      bajo a la planta de abajo y al garaje.
        Eugenio me señala una caja en la que hay álbumes personales de Gene. Me
      siento en un sofá y empiezo a repasarlos. Entre ellos hay uno que me llama la
      atención y lo abro con mucha curiosidad. Efectivamente. Es aquél del que me
      habló mi madre, el que llevó a Gene con fotos de mi infancia. Conozco casi todas
      las fotos, y me encanta que Gene lo haya conservado durante tantos años. Los
      operarios siguen preguntando dónde colocar las cosas y encargo a Eugenio que
      los  dirija.  Me  apetece  ver  las  fotos  de  Gene.  Siento  una  mezcla  de  morbo  e
      inquietud  por  saber  de  él.  Hay  fotos  suyas  de  joven,  muchas  de  fiesta,  en
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