Page 154 - Abrázame Fuerte
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Pero ¿qué he dicho? ¡Qué cagada! ¡Pero si no entiendo nada!» .
Estela le agradece su comprensión.
—¿Sabes qué me pasa? —le susurra.
—¿Qué…?
—No se lo dirás a nadie, ¿verdad?
—No… Di…
—Que hace días que no como demasiado…, y…
—¿Y?
—Pues que el otro día vomité…, y…
—¿Y?
« Pero ¿por qué estoy repitiendo lo que dice ella?» , piensa Marcos mientras
fuerza una sonrisa.
—Marcos… En serio… Tengo mucho miedo… Bueno, ya sabes…, de tener
problemas con la comida y eso…
El chico la escucha atento. La mira a los ojos, le coge la mano y le dice:
—¿Has ido al médico?
—No…
—¿Y desde cuándo te pasa?
—Sólo hace unos días… —responde Estela, intentando que no parezca tan
grave.
—¿« Sólo» unos días? Y… tú…, tú… ¿te ves gorda?
—¿Por qué lo preguntas? ¿Me ves gorda? —responde ella, algo a la defensiva.
—Eh, eh…, que sólo quiero ayudar… Te lo decía porque yo te veo normal;
de hecho estás un poco delgada para mi gusto, pero normal…
—Pues no sé… Gorda, lo que se dice gorda no me veo… Bueno, está esto…
—Estela se toca los cachetes, y los dos se ríen.
—¡Eso lo tienen la mayoría de las chicas! ¡Algunas más y otras menos!
Además, dime si te gustan esas modelos que parecen esqueletos y andan como
zombis pensando que están superbuenas porque llevan vestiditos horribles y
caminan por una pasarela de moooda… de moooda. —Marcos anda por la
habitación moviendo la cadera exageradamente, imitando las modelos
profesionales con un toque payaso mientras va cantando—: Estoy a la moooda…
porque yoooo estoooy a la moooda… Moooda…
Estela no puede parar de reír, se coge el estómago con las manos porque le
parece demasiado. El chico también se ríe, se acerca a ella y le da un achuchón.
—Tú qué vas a ser una vomitona… ¡Tú lo que eres es una llorica!
Estela se hace la ofendida entre risas, coge un cojín y le pega en la cabeza.
Marcos se defiende con las manos.
—Eh, no te pases… —se ríe el chico—. Además, ahora tendrás que pasar la
prueba de fuego.
—¿La prueba de fuego?