Page 198 - Abrázame Fuerte
P. 198
por un muelle, se levanta de la cama y dice:
—¡Venga, manta! Vamos a ensayar esa dichosa canción.
Marcos le devuelve la sonrisa y, sin decir nada, coge la guitarra y toca los
primeros acordes.
Les espera un rato en completa sintonía con la música.
Poco después
Bea sabía que enviando un SMS a Pablo cabía la posibilidad de abrir la veda a un
cruce de mensajes por el móvil, y así ha sido. El chico le ha enviado algunos
mensajes divertidos del tipo: K tal tu mañana? o Sé feliz! :D que Bea ha
respondido mientras hacía sus quehaceres matutinos en casa.
Pero en este momento ha recibido un mensaje algo más especial. Una
propuesta de juego. Cuando Pablo y ella estaban juntos, lo hacían a menudo. Esta
vez, su ex le ha propuesto un juego muy inusual con unas reglas poco corrientes:
Yo te llamo y tú te limitas a escuchar. Si eres tú la que me llama; yo sólo
escucharé. Quien llama, habla. Quien habla, cuelga.
Es la manera que tiene el chico de establecer una comunicación más real con
Bea, que hasta el momento ha sido reacia a mantener el contacto con él. A ella le
parece divertido. « ¿Por qué no?» , se dice. Además, si no le gusta lo que dice
Pablo, interrumpe el juego y cuelga. Tampoco está para tonterías.
Bea le envía un SMS con un simple y seco OK. En seguida recibe una
llamada de Pablo. Bea deja el móvil sonar unos cuantos tonos, sólo para
divertirse un poco más, y ponerlo algo nervioso, pero al final lo coge. Al
principio, Pablo calla también, pero cuando habla, surgen de sus labios las
palabras más hermosas:
Me gustaría decirte muchas cosas,
cosas como: «Te echo de menos»,
«tienes unos ojos preciosos»,
«dame un abrazo».
Te lo digo cada día,
aunque no estés,
aunque sé que no estarás.
Eres como el silencio. Estás pero no estás.
Eso me gusta porque todo lo que me gustaría decirte
lo susurro en silencio y lo pienso al callar.