Page 213 - Abrázame Fuerte
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A Ana no le hace falta que le repitan que una de sus amigas está en apuros
      para acudir en su ayuda.
        —Oye,  tengo  una  idea  —le  dice  a  su  novio—.  ¿Le  puedes  preguntar  a  tu
      madre si podemos hacer una fiesta de pijamas en tu casa?
        —Ana… ¿tú crees?
        —Ahora mismo llamo a las Princess y que cada una convenza a sus padres.
      Si nos presentamos de sorpresa por la tarde y nos quedamos a dormir con ella
      seguro que le levantaremos los ánimos.
        —Dicho así, suena bien, sí.
        —¿Se lo puedes preguntar a tu madre? Dile que no le diga nada a Silvia, ¡que
      queremos que se lleve la sorpresa!
        —Ella estará encantada, ya lo sabes.
        —Pues ¡hecho! ¡Voy a llamar a las chicas! ¡Ah!, y David…
        —¿Sí?
        —¡Te quiero!
        Ana cuelga el teléfono, emocionada por la sorpresa que le espera a Silvia y
      por lo que acaba de confesarle a su chico. Por su parte, David se ha quedado con
      una  sonrisa  boba  y  el  teléfono  aún  pegado  a  la  oreja  aunque  su  novia  haya
      colgado.  ¡Tiene  a  la  mejor  chica  del  mundo!  Esta  tarde,  cuando  lleguen  las
      Princess, la cogerá de la mano un momento sin que las otras se den cuenta, la
      arrastrará  por  el  pasillo  hasta  su  cuarto  y,  sin  que  ella  lo  espere,  la  besará.  Y
      entonces,  David  se  da  cuenta  de  una  cosa:  si  las  chicas  hacen  una  fiesta  de
      pijamas en casa, eso quiere decir que… ¡Ana y él pasarán toda la noche bajo el
      mismo techo! ¡¡¡Uuuhhhhh!!!
      Al cabo de un rato
      En menos de una hora, las Princess están avisadas y en pie de guerra. A Estela le
      encanta  la  idea  y  sus  padres  ya  le  han  dicho  que  sí.  A  Bea  le  ha  costado  un
      poquito  más  pero  en  cuanto  ha  conseguido  el  consentimiento  paterno  se  ha
      animado a preparar la bolsa.
        La  madre  de  Silvia,  que  no  sospecha  nada  del  estado  de  su  hija  y  de  la
      « Operación Rescate»  puesta en marcha por sus amigas, también ha confirmado
      que las chicas pueden pasar la noche en casa. Aunque ha dejado muy claro que
      nada de trasnochar, pues el lunes las Princess deben madrugar para ir a clase.
        En su habitación, ajena al plan urdido por todos, Silvia espera a que pase el
      domingo y, con él, su desengaño.

      A media tarde
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