Page 210 - Abrázame Fuerte
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El bar está ya abarrotado de gente, y Nacho se le acerca cada vez más con la
excusa de que no tiene espacio. Aunque Silvia se siente invadida deja que él se
acerque. Llegado el momento, Nacho le dice algo en la oreja, algo que Silvia no
logra entender. Debe de ser algo muy gracioso porque él no para de reírse. Silvia
intenta entenderle pero no puede, así que se acerca un poco más a él para mitigar
el ruido del local y escucharle mejor… Entonces Nacho acerca su cara a la suya
y, poco a poco, acerca sus labios a los de la chica…
Silvia nota a Nacho muy cerca. Su olor, su barba, su mejilla, el alcohol…
« ¿Va a ser éste el momento? —se pregunta—. ¿Va a ser éste mi primer beso?» .
Y, sin que tenga tiempo a reflexionar, Nacho la besa. Es un medio beso, porque él
la besa a ella, pero Silvia sólo se deja besar, deja que los labios del chico rocen
los suyos pero es incapaz de devolverle el beso. De hecho, casi al instante de
rozarle la piel, Silvia retira la cara en un acto reflejo que deja al chico más que
sorprendido.
Silvia no está contenta con el comportamiento de su cita. Ella no se lo
imaginaba así en absoluto. No es que sienta que le ha faltado al respeto,
simplemente no le gusta la manera en que se le ha acercado el chico. Silvia tiene
la sensación de que no es la primera vez que ha engatusado así a una chica, y
odia sentirse otra más.
Entonces Nacho lo intenta de nuevo pero esta vez de manera descarada.
Acerca sus labios a Silvia: ella lo esquiva de nuevo con un gesto de la cara. Este
movimiento de cabeza es conocido como el « movimiento de la Cobra» en la
jerga de los chicos. La « Cobra» consiste en que una chica evita el beso de un
chico moviendo la cabeza como una serpiente.
Silvia se pone más nerviosa. La actitud de Nacho no le está gustando nada
pero, sin saber por qué, es incapaz de reaccionar como debería y pararle los pies;
sólo es capaz de seguir sonriendo para no quedar mal.
—¿Vamos al concierto o qué? —pregunta exasperada.
—No hay concierto, Silvi… Pero aquí se está muuuuy a gustooo, ¿nooo?
« Lo que me faltaba» , piensa ella mientras recoge sus cosas. Eso sí que es
faltarle al respeto.
—¡Me has mentido, Nacho!
—¿Y qué querías que hiciera? ¡En la cocina me estabas pidiendo a gritos que
te besara!
—Pero ¿qué estás diciendo? —Silvia no lo puede creer.
—¡No te hagas la mojigata ahora! —Nacho la rodea con fuerza con los
brazos, pero la chica se libera de él dándole un pequeño empujón. Se pone el
abrigo y se marcha rápidamente de ese bar del que no recuerda ni el nombre
(¡ni ganas de acordarse!).
Vuelve a casa con paso decidido. Está realmente decepcionada y lo que es
peor, engañadísima. No deja de pensar en todas las acciones de Nacho: la