Page 77 - Abrázame Fuerte
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Silvia suspira buscando una solución; su amiga está pasando un mal momento
      y… ¡su hermano está con otra en la habitación!
        « Lo primero —piensa— es mantener la calma» .
        Abraza  fuerte  a  su  amiga,  y  le  ofrece  una  toalla  para  que  se  seque  las
      lágrimas.
        —Debo de estar fatal si necesito toda una toalla para secarme las lágrimas —
      dice Ana, medio riendo y medio llorando.
        —Tú sécate, que yo vuelvo ahora.
        Silvia  se  levanta  y  sale  del  lavabo.  Ha  decidido  agarrar  el  toro  por  los
      cuernos, o mejor dicho, a su hermano por los cuernos.
        Cuando se acerca al cuarto del muchacho, oye música y voces. Silvia llama
      a la puerta.
        —David, ¿puedes salir un momento?
        —¡Voy! —contesta éste.
        Silvia espera.
        —Quiero  hablar  contigo  —dice  cuando  su  hermano  abre  la  puerta  con
      mirada interrogante.
        —Ahora no puedo —responde él, dispuesto a cerrar la puerta de nuevo.
        —Ahora sí que puedes. Es urgente —afirma Silvia, bloqueando la puerta con
      el pie.
        David accede extrañado; su hermana lo conduce al comedor. Para guardar el
      secreto, Silvia no enciende la luz y le habla bajito.
        —Oye… ¿Se puede saber qué rollo te llevas con los SMS y Ana?
        David se queda mudo. No se esperaba esa pregunta.
        —¿Qué?
        —Lo que oyes. Yo no sé qué rollo te llevas con Ana y con Nerea, pero no
      puedes  irte  liando  por  ahí,  y  después,  pasar  de  sus  SMS.  Ana  es  mi  amiga,
      ¿entiendes? Si le haces daño a ella, me lo estás haciendo a mí. —Silvia refuerza
      su discurso con un fuerte agarrón al brazo de David.
        —Pero ¿que estás diciendo? —pregunta su hermano, en voz baja.
        —¿Que…  qué  estoy  diciendo?  —Silvia  no  sabe  si  su  hermano  se  está
      haciendo el tonto, o si realmente es tonto—. Mira… Tengo a Ana en el lavabo.
      Por primera vez, no ha venido a verme a mí, sino a ti, donjuán, y quiere hablar
      contigo. Pero claro, tú andas demasiado ocupado en tu habitación con otra chica,
      que por lo visto está estudiando para ser doctora en striptease, y yo, la « niñata» ,
      tu  « hermanita» ,  resulta  que  soy  la  que  te  estoy  salvando  el  pellejo…  ¿Me
      sigues?
        David no dice nada.
        « ¡Vamos, reacciona!» , piensa Silvia.
        Si la tarde de David ya estaba suficientemente difícil, ahora se le complica
      aún más. ¡Ana está en casa y quiere hablar con él! Pero ¡también está Nerea!
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