Page 20 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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que rodeaba al mundo, y Tiamat, forma femenina del agua salada.
Ambos principios dieron origen a todos los seres, naciendo de ellos
las deidades Lahmu y Lahamu, dos monstruosas serpientes, cuya fun
ción religiosa pronto quedó borrada.
Tras ellos se generaron Anshar y Kishar, representantes de la tota
lidad del cielo y de la tierra. A su vez, esta pareja dio origen a una
tríada suprema, en cierta manera calco de la sumeria que antes
hemos visto, formada por Anu, Enlil y Ea, quienes se repartieron
la totalidad de lo creado.
Los acadios aceptaron también una segunda tríada de carácter
astral, formada por Sin, el dios luna, y sus hijos Shamash, el sol, e
Ishtar, el planeta Venus. Como se ve, los acadios en un afán sincré
tico tomaron las divinidades sumerias y las amoldaron a sus pro
pias necesidades religiosas, limitándose en la práctica a un cambio
onomástico.
Sin embargo, el politeísmo sumerio y el propio semítico evolu
cionaron en la fase acadia hacia una sistematización más cuidada y
sobre todo hacia una simplificación, unificando en algunas divini
dades las esferas de soberanía de otros singulares dioses. Si los aca
dios y babilonios tendieron hacia un nacionalismo político fue muy
natural que a uno de sus dioses se le elevara a la categoría de dios
supremo, quedando los demás como un pálido reflejo de esa divi
nidad, al igual que las ciudades lo eran de la capital del estado o
del imperio.
Ese dios supremo fue Marduk, el cual obtuvo su exaltación una
vez lograda la unidad de las regiones de Mesopotamia. Coincidió
con la gloriosa época de la dinastía amorrea y de su máximo repre
sentante, Hammurabi. Al propio tiempo, se elaboraron nuevas ver
siones de las antiguas leyendas sumerias, para elevar a Marduk con
total legitimidad a la supremacía del panteón divino. Anu cedió,
pues, todo su poder a Marduk; Ea, el padre de Marduk, llegó inclu
so a traspasarle su propio nombre; Enlil, que poseía la Tablilla de
los Destinos, fue obligado, mediante la elaboración de un nuevo epi
sodio, incluido en el Poema de îa Creación (conocido técnicamente
como Enuma elish), a entregar dicha Tablilla a Marduk por haber
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