Page 104 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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de  energía.  ¿Cómo  se  llama  la  energía  del  cuerpo?  Se  denomina  ATP  —
                 adenosin  trifosfato—.  Cada  célula  se  alimenta  de  estas  moléculas  que
                 provienen  principalmente  de  aquello  que  ingerimos.  Cuando  realizamos
                 ejercicio,  trabajamos,  estudiamos,  pensamos…,  hacemos  uso  de  ese  ATP,
                 que el cuerpo va consumiendo poco a poco.
                    Cada vez que empleamos una molécula de ATP, esta se rompe y se divide
                 en  dos:  una  molécula  de  fosfato  y  otra  de  adenosina.  Esa  molécula
                 denominada adenosina es  importante para nuestro  descanso, pues es  una
                 sustancia que induce al sueño. El cerebro consta de receptores sensibles y
                 especializados  para  la  adenosina.  Si  los  niveles  de  esta  molécula  son
                 elevados,  nuestro  organismo  percibe  una  sensación  de  somnolencia  y  el
                 sueño  será  más  profundo.  El  cuerpo  —que  es  muy  sabio—  emplea  este
                 sistema  para  generar  sensación  de  cansancio  e  inducir  al  sueño  tras  el
                 esfuerzo, el ejercicio, el estudio… Existen otras moléculas responsables del
                 proceso de reposo, pero los niveles elevados de adenosina poseen una gran
                 repercusión en el sueño y nos ayudan a descansar mejor.
                    ¿Cuál  es  el  rol  del  café?  Aquí  entra  en  juego  la  famosa  cafeína:  la
                 molécula  «antisueño»  por  antonomasia.  Fue  descubierta  por  el  químico
                 alemán Friedlieb Ferdinand Runge en 1819.
                    Posee  una  gran  similitud  con  la  adenosina;  es  lo  que  se  denomina  una
                 antagonista  no  selectiva  de  los  receptores  de  adenosina;  es  decir,  al
                 consumir  cafeína  bloqueamos  los  receptores  del  cerebro  sensibles  a  la
                 adenosina. En ese momento el cerebro ya no recibe la señal de que «tiene
                 sueño» por lo que aguantará más tiempo despierto, trabajando o realizando
                 alguna actividad.




                 Dormir poco tiene efectos nocivos para el cuerpo y para la mente. El ser humano, en
              general, necesita cuatro o cinco ciclos de sueño. La duración de cada uno de ellos es en
              torno a noventa minutos.
                 Un ejemplo que seguro te ha sucedido en alguna ocasión. Te despiertas, en medio de
              la noche, con sensación de estar despejado. Te vuelves a dormir y cuando te levantas por
              la  mañana,  con  el  despertador,  te  sientes  aturdido  y  cansado.  ¿A  qué  se  debe?  Está
              relacionado con los ciclos del sueño.
                 Existen cinco fases: la 1 y la 2 son de sueño ligero, la 3 y la 4 son de sueño profundo y
              la 5,  la  fase  REM  (Rapid Eye Movement),  es  donde  uno  tiene  los  sueños.  Cada  ciclo
              dura, como hemos dicho, unos noventa minutos: sesenta o sesenta y cinco minutos de las
              fases 1 a 4 más veinte minutos de la fase 5. La ciencia del sueño lo que postula es que no
              depende tanto del número de horas que uno pasa en la cama, sino los ciclos del sueño
              realizados.
                 Un truco que puede ser de utilidad si tus fases del sueño son regulares es este. Busca
              una hora para levantarte; que vaya de hora y media —el tiempo aproximado de un ciclo




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