Page 94 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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UNO DE LOS DESCUBRIMIENTOS MÁS FUNDAMENTALES


                 Cada pensamiento genera un cambio mental y fisiológico. Insisto en esta idea en varios
              momentos del libro. No lo olvides, porque si eres de aquellos que sufren, que pierden el
              control de sí mismos, que quieren conocerse mejor…, entender este procedimiento te va
              a ayudar mucho.
                 Desde pequeños contamos con conceptos autoimpuestos o que hemos asimilado sobre
              nosotros mismos: «Soy impulsivo», «siempre he sido así», «mi padre era igual», «soy
              nervioso», «odio las masas», «me dan miedo los aviones»… Estas sentencias sobre ti
              mismo  funcionan  en  la  práctica  como  barreras  mentales  que  te  impiden  avanzar
              libremente  en  esos  campos.  Digo  sentencias  porque  tienen  un  impacto  en  ti  casi
              bloqueante, como si cayeran del cielo cual condena.
                 Las  emociones  que  nos  perjudican  son  debidas  a  un  pensamiento  —más  o  menos
              consciente—. Y los pensamientos los podemos educar o reeducar. Para llegar a ser una
              persona feliz, en paz y completa, precisas trabajar la forma en que piensas. Si lo haces te
              sorprenderás de los resultados.



                        ¡Cómo cambia tu realidad cuando cambias tu manera de pensar!




                 Examina en profundidad las ideas que tienes sobre ti mismo, o las que surgen en ti en
              los  momentos  más  oscuros  de  tristeza  o  angustia.  Esa  emoción  tóxica  sucede  porque
              «algo» cruza tu mente y ese «algo» te invade de forma perjudicial.
                 No es fácil. Existen lo que denomino «automatismos»: reacciones que brotan de forma
              involuntaria porque llevan toda la vida haciéndolo ante ciertos estímulos o pensamientos.
              Es complejo desligarse de los «debería» que se han colado en el comportamiento desde
              hace tiempo. Para modificar los pensamientos tóxicos, el sistema de creencias —la forma
              de procesar la información—, uno debe fijarse en cuáles son sus pensamientos limitantes
              o sus barreras.
                 Ese sistema de creencias no tiene por qué ser malo, de hecho en muchas ocasiones es
              muy positivo. Por ejemplo, si cada vez que ves salir el sol, te alegras y piensas que ese
              día  vas  a  rendir  más  porque  el  sol  transmite  energía  a  tu  organismo,  tu  sistema  de
              creencias te está ayudando; pero si, al contrario, ves nubes grises o inicio de lluvia y sale
              de ti un «este día va a ser horrible», tu sistema de creencias te está limitando. Esto puede
              suceder con eventos exteriores o con ideas y sensaciones interiores. Si llegas a una cena
              con amigos y algo no te encaja o te sientes incomodo, probablemente haya algo ahí que
              inconscientemente  te  haya  recordado  una  experiencia  negativa  pasada  —la  comida,
              alguna persona, la distribución de las personas en la mesa, un olor…—.
                 Podemos educar la mente y regular nuestras emociones. Pensemos, por ejemplo, en ir
              en  bicicleta.  Cuando  uno  se  sube  a  una  bicicleta  por  primera  vez,  en  general  usa
              ruedineslaterales  para  evitar  caerse.  A  medida  que  uno  le  pierde  el  miedo,  se  atreve  a



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