Page 90 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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El control de la respiración[11], con los ojos cerrados y prestando atención a cada una
              de  las  sensaciones  del  cuerpo,  es  una  de  las  medidas  más  eficaces  para  estimular  el
              funcionamiento  del  sistema  nervioso  parasimpático  —que,  como  ya  dijimos,  regula  el
              equilibrio  interno  o  homeostasis,  activa  los  órganos  que  mantienen  el  organismo  en
              situaciones  de  calma  —glándulas  salivares,  estómago,  páncreas  o  vejiga—  e  inhibe
              aquellos que preparan al organismo para las situaciones de emergencia o tensión —iris,
              corazón o pulmones––.
                 Cuando uno consigue mantener su atención enfocada en la respiración, en el presente,
              en el aquí y el ahora, desechando cualquier pensamiento que le dirija hacia el pasado o le
              enfoque  hacia  el  futuro,  va  logrando  poco  a  poco,  con  cada  respiración  relajarse  y
              recuperar la serenidad y la confianza perdidas.
                 Unas sencillas claves para afrontar tus miedos y la ansiedad son:

                   — Aprende a reconocerlos. Sé consciente. No los anules, ni ocultes; toda emoción
                      reprimida  retorna  por  la  puerta  trasera  y  puede  ser  el  origen  de  heridas  y
                      sufrimientos físicos y psicológicos.
                   —  El  miedo  se  supera  sintiéndolo  y  dando  un  paso  adelante.  El  miedo  se  vence
                      cambiando.
                   —  Insisto,  no  temas  en  volver  al  origen,  acude  a  desenmarañar  los  principios  y
                      causas  de  tus  inseguridades,  pero,  ¡ojo!,  cuidado  con  las  «terapias  imposibles»
                      que acaban perjudicando más que ayudando,
                   —  Intenta  entender  tus  miedos,  podrás  enfrentarlos  mejor  y  superarlos.  Cuando
                      entendemos algo, sabemos afrontarlo y el miedo disminuye.
                   —  El  miedo  siempre  va  a  existir,  aprende  a  ser  optimista  y  encuentra  la  salida  al
                      bucle tormentoso de pensamientos que te bloquean. No olvides que el miedo es
                      un gran embustero, disfraza la realidad siempre peor de lo que es.
                   — Confía en ti. La manera en la que te proyectas tiene la capacidad de poner en
                      marcha la mejor versión de tu cerebro. La confianza en ti mismo, ilusionarte con
                      conseguir tus objetivos, activa tu creatividad, tu capacidad de resolver problemas
                      y percibir la vida con más ilusión.
                   — Mejora tu capacidad de atención. Hablaremos en profundidad en el capítulo 5,
                      con  el  «Sistema  reticular  activador  ascendente».  Los  miedos,  la  ansiedad…  se
                      cronifican  cuando  uno  no  tiene  capacidad  de  enfocar  su  atención  de  forma
                      correcta.
                   —  Educa  tu  voz  interior.  ¡Que  sirva  para  animarte  y  no  para  hundirte  o  influirte
                      negativamente!  Esquiva  los  pensamientos  tóxicos  que  vienen  para  llevarte  de
                      nuevo a las crisis de angustia o para maximizar los miedos.
                   — Cuida la alimentación. Te doy un ejemplo, los episodios de hipoglucemia tienen
                      la  capacidad  de  alterarte  profundamente  y  activar  el  miedo.  Prescinde  de  la
                      cafeína y del alcohol.
                   — Descansa. La falta de sueño nos hace más vulnerables a los miedos. Nos lleva a
                      interpretar la realidad de forma más amenazante de lo que es.




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