Page 139 - MARX DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS (2018)
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Marx: doscientos años después (1818-2018)
diversos niveles educativos, pero como hombre se encuentra
enajenado por el capital. Afirma Marx (2012):
El trabajador es la manifestación subjetiva del hecho de que
el capital es el hombre totalmente perdido para sí mismo, al
igual que el capital es la manifestación objetiva del hecho de
que el trabajo es el hombre perdido para sí mismo. Pero el
trabajador tiene la desgracia de ser un capital viviente, un
capital con necesidades, que pierde su interés y en
consecuencia su modo de vida en cada instante que no está
trabajando (p. 119).
El papel de la educación se supone comprometido con la
conciencia de los futuros trabajadores de tal condición y la
transformación de las mismas. No obstante, la escuela
moderna, en su papel articulador con el sistema productivo,
en lugar de apostar a la emancipación, adoctrina a los
individuos ayudando a incorporarlos, de manera pasiva,
dentro de las lógicas del trabajo enajenado. Como se
evidencia, el pensamiento de Marx conserva su eficacia en
los postulados que permiten entender el funcionamiento del
trabajo en el contexto del capital y las miradas críticas a su
capacidad de reproducir la dominación de clase. El
materialismo histórico compromete a los individuos en el
curso de su proceso histórico, en lugar de prometer, como la
postura liberal, la felicidad por vía de la producción
desbordada de mercancías y el consumo que, desde la mirada
de Marx, conlleva una práctica enajenante.
La importancia de Marx, en el análisis de las dinámicas de la
educación escolar coinciden con la articulación,
precisamente, de la escuela y las dinámicas de la producción
capitalista. Si el trabajo reivindica al hombre, la educación
tendría como tarea apostar por su formación en dicho campo,
no obstante, como ya se ha mostrado, el pensamiento de
Marx reniega de la capacidad del trabajo capitalista para
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