Page 49 - El Hobbit
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quedarse mucho tiempo. Siguieron adelante, guiando a los poneys, hasta que
llegaron a una buena senda, y así por fin al borde del mismo río. Corría rápido y
ruidoso, como un arroyo de la montaña en un atardecer de verano, cuando el sol
ha estado iluminando todo el día la nieve de las cumbres. Sólo había un puente
estrecho de piedra, sin parapeto, tan estrecho que apenas si cabía un poney, y
tuvieron que cruzarlo despacio y con cuidado, en fila, llevando cada uno un
poney por las riendas. Los elfos habían traído faroles brillantes a la orilla y
cantaron una animada canción mientras el grupo iba pasando.