Page 48 - El Hobbit
P. 48
o enseguida os iréis?
¡Se extravían los poneys!
¡La luz del día muere!
Sería malo irse;
mucho mejor quedarse,
y escuchar y atender
hasta el fin de la noche
nuestro canto. ¡Ja! ¡Ja!
De esta manera reían y cantaban entre los árboles, y vaya desatino,
pensaréis vosotros, supongo. Pero no les importaría nada si se lo dijeseis; se
reirían todavía más. Eran elfos, desde luego. Pronto Bilbo empezó a distinguirlos,
a medida que aumentaba la oscuridad. Le gustaban los elfos, aunque rara vez
tropezaba con ellos, pero al mismo tiempo lo asustaban un poco. Los enanos no se
llevaban bien con aquellas criaturas. Aún enanos bastante simpáticos, como
Thorin y sus amigos, pensaban que los elfos eran tontos (un pensamiento muy
tonto, por cierto), o se enfadaban con ellos. Pues algunos elfos les tomaban el
pelo y se reían de los enanos, y sobre todo de sus barbas.
—¡Bueno, bueno! —dijo una voz—. ¡Miren qué cosa! ¡Bilbo el hobbit en un
poney, cielos! ¿No es delicioso?
—¡Maravilla de maravillas!
Enseguida se pusieron a corear otra canción, tan ridícula como la que he
copiado entera. Al fin uno, un joven alto, salió de los árboles y se inclinó ante
Gandalf y Thorin.
—¡Bienvenidos al valle! —dijo.
—¡Gracias! —dijo Thorin con alguna brusquedad, pero Gandalf había bajado
ya del caballo y charlaba alegre entre los elfos.
—Te has desviado un poco del camino —dijo el elfo—. Es decir, si quieres ir
por el único sendero que cruza el río hacia la casa de más allá. Nosotros te
guiaremos, pero sería mejor que fueseis a pie hasta pasar el puente. ¿Te quedarás
un rato y cantarás con nosotros, o te marcharás enseguida? Allá se está
preparando la cena —dijo—. Puedo oler el fuego de leña de la cocina.
Cansado como estaba, a Bilbo le hubiese gustado quedarse un rato. El canto
de los elfos no es para perdérselo, en junio bajo las estrellas, si te interesan esas
cosas. También le hubiese gustado tener unas pocas palabras aparte con estas
gentes, que parecían saber cómo se llamaba y todo acerca de él, aunque nunca
los hubiese visto. Pensaba que la opinión de los elfos sobre la aventura podría ser
interesante. Los elfos saben mucho y es asombroso cómo están enterados de lo
que ocurre entre las gentes de la tierra, pues las noticias corren entre ellos tan
rápidas como el agua de un río, o tal vez más.
Pero los enanos estaban todos de acuerdo en cenar cuanto antes y no