Page 166 - El Señor de los Anillos
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Luego se volvió, arrojó al aire el sombrero, saltó sobre el lomo de Terronillo y
      se fue barranca arriba cantando en el crepúsculo.
        Los hobbits treparon detrás y lo observaron hasta que se perdió de vista.
        —Lamento  tener  que  dejar  al  señor  Bombadil  —dijo  Sam—.  Curioso
      ejemplar  y  no  me  equivoco.  Digo  que  andaremos  mucho  todavía  y  no
      encontraremos nada mejor, ni más raro. Pero no niego que me gustará ver ese
      Poney Pisador de que habló. ¡Espero que se parezca al Dragón Verde de nuestra
      tierra! ¿Qué clase de gente vive en Bree?
        —Hay hobbits en Bree —dijo Merry—, y también Gente Grande. Me atrevo
      a decir que estaremos casi como en casa. El Poney es una buena posada, desde
      todo punto de vista. Los míos van allí de cuando en cuando.
        —Puede ser todo lo que deseamos —dijo Frodo—, pero de cualquier modo
      está fuera de la Comarca. ¡No os sintáis demasiado en casa! Recordad todos por
      favor que el nombre de Bolsón no ha de mencionarse. Si es necesario darme un
      nombre, soy el señor Sotomonte.
        Montaron los poneys y fueron en silencio hacia la noche. La oscuridad cayó
      rápidamente mientras subían y bajaban las lomas, hasta que al fin vieron luces
      que resplandecían a lo lejos.
        Delante, cerrándoles el paso, se levantó la colina de Bree, una masa oscura
      contra  las  estrellas  neblinosas;  bajo  el  flanco  oeste  anidaba  una  aldea  grande.
      Fueron hacia allí de prisa, sólo deseando encontrar un fuego y una puerta que los
      separara de la noche.
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