Page 218 - El Señor de los Anillos
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yelmo llevaba una corona. En una mano sostenía una espada y en la otra un
cuchillo y tanto el cuchillo como la mano resplandecían con una pálida luz. La
forma acometió, echándose sobre Frodo.
En ese momento Frodo se arrojó al suelo y se oyó gritar en voz alta:
—¡O Elbereth! ¡Gilthoniel! —Al mismo tiempo lanzó un golpe contra los pies
del enemigo. Un grito agudo se elevó en la noche; y Frodo sintió un dolor, como
si un dardo de hielo envenenado le hubiese traspasado el hombro izquierdo. En el
mismo instante en que perdía el conocimiento y como a través de un torbellino
de niebla, alcanzó a ver a Trancos que salía saltando de la oscuridad, esgrimiendo
un tizón ardiente en cada mano. Haciendo un último esfuerzo, Frodo se sacó el
Anillo del dedo y lo apretó en la mano derecha.