Page 276 - El Señor de los Anillos
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dijo no, repitiendo lo que ya nos había dicho antes: que el Único nunca
aparecería de nuevo en la Tierra Media.
» "En el peor de los casos", nos dijo, "el enemigo sabe que nosotros no lo
tenemos y que está todavía perdido. Pero lo que está perdido puede encontrarse,
piensa. ¡No temáis! Esta esperanza se volverá contra él. ¿No he estudiado
seriamente estas cuestiones? Cayó en las aguas del Anduin el Grande y hace
tiempo, mientras Sauron dormía, fue río abajo hacia el Mar. Que se quede allí
hasta el Fin".
Gandalf calló, mirando en el este, por encima del pórtico, los picos lejanos de
las Montañas Nubladas, en cuyas grandes raíces el peligro del mundo había
estado oculto tanto tiempo. Suspiró.
—Me equivoqué entonces —dijo—. Me dejé acunar por las palabras de
Saruman el Sabio, pero yo tenía que haber averiguado antes, y el peligro sería
menor.
—Todos nos equivocamos —dijo Elrond— y si no hubiese sido por tu
vigilancia quizá las Tinieblas ya habrían caído sobre nosotros. ¡Pero continúa!
—Desde el principio tuve malos presentimientos, a pesar de las supuestas
evidencias —dijo Gandalf— y quise saber cómo había llegado esta cosa a
Gollum y cuánto tiempo la había tenido consigo. Monté pues una guardia
pensando que no tardaría en salir de las tinieblas en busca de su tesoro. Salió, pero
consiguió escapar y no pudimos encontrarlo. Después, ay, descuidé el asunto y
me contenté con observar y esperar como hemos hecho demasiado a menudo.
» Pasó el tiempo y trajo muchas preocupaciones y al fin mis dudas
despertaron y se encontraron convertidas en miedo. ¿De dónde venía el Anillo
del hobbit? Y si mi miedo estaba justificado, ¿qué haríamos entonces? Había que
decidirse. Pero no le hablé de mis temores a nadie, sabiendo qué peligroso podía
ser un susurro intempestivo, si llegaba a oídos equivocados. En el curso de las
largas guerras con la Torre Oscura la traición ha sido nuestro mayor enemigo.
» Eso fue hace diecisiete años. Muy pronto advertí que espías de toda clase,
aun bestias y pájaros, se habían reunido alrededor de la Comarca, y mis temores
crecieron. Pedí ayuda a los Dúnedain, que doblaron la guardia, y abrí mi corazón
a Aragorn, el heredero de Isildur.
—Y yo —dijo Aragorn— aconsejé que diéramos caza a Gollum, aunque
fuera demasiado tarde. Y como parecía justo que el heredero de Isildur reparara
la falta de Isildur, acompañé a Gandalf en la larga y desesperanzada
persecución.
Luego Gandalf contó cómo habían explorado de extremo a extremo las
Tierras Ásperas, hasta las mismas Montañas de Sombra y las defensas de
Mordor.
—Allí nos llegaron rumores de Gollum y supusimos que vivía en las lomas
oscuras desde hacía tiempo, pero nunca lo encontramos y al fin me desesperé. Y