Page 790 - El Señor de los Anillos
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—Sí, aquí siempre está oscuro —dijo Sam—. Pero Gollum ha vuelto, señor
Frodo, y dice que ya es mañana. Así que nos pondremos en camino. La última
etapa.
Frodo respiró hondo y se sentó.
—¡La última etapa! —dijo. ¡Hola, Sméagol! ¿Encontraste algo para comer?
¿Descansaste un poco?
—Nada para comer, nada de descanso, nada para el pobre Sméagol —dijo
Gollum—. No hace otra cosa que fisgonear. Sam chasqueó la lengua, pero se
contuvo.
—No te pongas calificativos, Sméagol —dijo Frodo—. No es prudente, así
sean verdaderos o falsos.
—Sméagol toma lo que le dan —dijo Gollum—. El nombre se lo puso el
amable maese Samsagaz, ese hobbit que tantas cosas sabe. Frodo miró a Sam.
—Sí, señor —dijo Sam—.Yo empleé esa palabra, al despertar sobresaltado y
todo lo demás. Y al encontrármelo aquí, al lado. Ya le dije que lo lamentaba,
pero creo que pronto voy a dejar de lamentarlo.
—Bueno, bueno, a olvidar dijo Frodo. Pero me parece, Sméagol, que hemos
llegado al final, tú y yo. Dime, ¿podremos encontrar solos el resto del camino?
Tenemos el paso a la vista, una vía de acceso, y si podemos encontrarlo, creo que
nuestro pacto ha tocado a su fin. Cumpliste con lo que habías prometido, y ahora
eres libre: libre de ir a procurarte alimento y reposo, libre de ir a donde más te
plazca, excepto en busca de los servidores del enemigo. Y algún día tal vez podré
recompensarte, yo o quienes me recuerden.
—¡No, no, todavía no! gimió Gollum. ¡Oh no! No podrán encontrar solos el
camino ¿verdad que no? Oh, seguro que no. Ahora viene el túnel. Sméagol tiene
que seguir. Nada de descansar. Nada de comer. ¡Todavía no!