Page 64 - Dialectica
P. 64
Estudios sobre l´ ogica dial´ ectica
la causa de todo. El pensamiento dao´ ısta debi´ o conciliar entonces los
elementos con esta causalidad. Con cinco elementos, solamente basta
con aceptar que el proceso de s´ ıntesis posee etapas parciales. El ciclo de
g´ enesis de los elementos se convierte ahora, con la visi´ on dial´ ectica en:
Metal → Agua → Madera → Fuego → Tierra
nuevo yin → completo yin → nuevo yang → completo yang → s´ ıntesis
Esta forma ampliada de la dial´ ectica es una de las cumbres del pensa-
miento chino, adem´ as de preceder en m´ as de dos mil a˜ nos a Hegel.
La gran conclusi´ on y la gran interrogante de esta secci´ on –y de las
dos secciones anteriores– se ha desplazado desde la interpretaci´ on de
los diagramas a un problema m´ as general acerca del significado de la
l´ ogica y su vinculaci´ on con la realidad material del universo.
La dial´ ectica en Am´ erica precolombina
En Am´ erica precolombina se encuentran vestigios de un pensa-
miento dial´ ectico incipiente. No disponemos de mucha informaci´ on
porque solamente los mayas pose´ ıan una escritura elaborada. La trans-
misi´ on oral directa es escasa porque los conquistadores, cronistas y co-
lonos no se interesaban en conocer el pensamiento de los nativos ame-
ricanos. No obstante esto se pueden detectar al menos en dos casos: los
anasazi en Am´ erica del Norte y los aimara en Am´ erica del Sur.
El concepto del universo entre los anasazi se basa la existencia de
una correspondencia c´ osmica, ver [38], en la cual hay una vinculaci´ on
entre las direcciones espaciales, los colores, los animales tot´ emicos y
otros fen´ omenos naturales: los ´ arboles, las estaciones o los “elementos”.
En el Cuadro 1 se presenta el caso particular de los zu˜ ni. 81 Sin duda la
existencia de esta correspondencia c´ osmica –que tambi´ en se encuentra
entre los chinos y mongoles, por ejemplo– evidencia un alto grado de
pensamiento filos´ ofico abstracto.
81
Entre los tewas las correspondencias son algo diferentes. Entre los hopi tambi´ en exis-
ten correspondencias y es posible que todos los anasazi las tuvieran. Los aztecas tam-
bi´ en ten´ ıan una correspondencia similar, pero solamente de las cuatro direcciones,
que tienen muchos puntos en com´ un con el Cuadro 1. Esto es natural porque hay una
estrecha vinculaci´ on entre estos pueblos.
64