Page 107 - Casados o Cansados
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razón, llamó a un alumno suyo y le ordenó que elogiara a su esposa
poco a poco hasta convencerla de encontrarse con él en algún lugar; el
alumno, se sorprendió ante la petición de su maestro pero obedeciendo
las órdenes de su Rabino, lo hizo hasta que logró convencerla de
encontrase con él en un lugar determinado. Cuando ella aceptó, regresó
a su rabino diciéndole que había cumplió con su misión, el rabino le
agradeció y fue él mismo al lugar del encuentro solamente para
demostrarle a ella que los sabios tenían razón, que el elogio tiene el
poder de conquistar el corazón de una mujer. Lamentablemente el final
de esa historia es muy triste, Bruria al ver que era su esposo quien se
aproximaba, se avergonzó tanto que se suicidó. Nuestros sabios no
censuraron esta historia únicamente para que todos veamos el peligro
que puede constituir el elogio de un extraño.
Si una persona recibe elogios en su hogar, no necesitará salir a
buscarlos a la calle, siempre debemos proponernos alabar a nuestro
seres queridos para mantener los corazones unidos.
Dicen que una vez un yerno elogió a su suegra diciéndole: -
“¡qué inteligente eres!”, a lo cual ella le contestó: -“¡qué lástima que
yo no pueda decir lo mismo de ti!” El yerno no lo pensó dos veces y le
dijo: -“¿por qué? si tu también puedes mentir”.
Es muy común ver que después que elogiamos nuestra pareja,
ella refuta el elogio diciendo: -"lo dices para que no me ponga brava,
¿por qué exageras tanto?, deja de mentir, si necesitas algo dilo
directamente". El motivo real de esta reacción es que nuestra pareja
quiere probarnos a ver si mantenemos nuestra posición, por eso si
nuestra pareja intenta anular el elogio, debemos insistir en ello porque
en realidad eso es lo que demostrará que lo dijimos con sinceridad.
ELOGIAR Y REPROCHAR
Está claro que no siempre podemos elogiar ya que, a veces, es
necesario reprochar a la pareja por algo negativo que hizo. Pero existe
un problema con el reproche, que así como el elogio acerca los
corazones, el reproche los aleja, ya que a nadie le gusta que le llamen
la atención. Entonces, ¿De qué manera podemos hacerlo sin causar un
efecto negativo? La respuesta está en las palabras del Rey Salomón: “no
reproches al burlón porque te odiará, reprocha al sabio y te amará”