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pasaba, por qué no podíamos diferenciar el centro de la molécula de agua y los neutrinos parecían acumularse lo más
           lejos posible de ellas. Me tuve que ir a una expedición para luego seguir con otros viajes, y esperaba que durante mi
           ausencia ellos resolvieran la cuestión.

               Pero aquí fue donde nuestro matemático más nuevo en el equipo, tuvo una idea que venía masticando, sin llegar a
           hacerla tangible, hasta que los físicos le aportaron algunos conceptos puramente mecánicos sobre simetría molecular. Se
           le ocurrió que el H2O, conocido como "molécula de agua", no tenía posibilidades matemáticas de existir realmente, según
           ciertos cálculos de tensiones atómicas y -menos aún- en base a las leyes de la geometría espacial.
               "Si fueran dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, los que trabajan como una molécula -decía Herminio (II)- el agua
           no mojaría. Sería mucho más potente para disolver, que el ácido clorhídrico; estaría formada por plaquetas semisólidas,
           que  al menor  contacto  formaría  compuestos  similares  a  los  conocidos pero  no  de la misma  manera...  Sé  que el agua
           existe,  pero poniéndome  en lugar  del  que  la  diseñó, creo que matemáticamente,  el  agua  no es un  diseño  viable... En
           alguna parte, hay un error." Roberto y Herminio (I) se quedaron perplejos y como yo no estaba presente querían esperar a
           que volviera, antes de seguir adelante. No obstante, el matemático había seguido grabando sus deducciones, y los otros -
           curiosos por saber si el nuevo integrante estaba chiflado o era un genio- intentaban entender sus grabaciones y las oían a
           cada  rato.  Decidieron  seguir  sin  esperarme,  ante  la  posibilidad  de  que  el  matemático,  que  repetía  una  y  otra  vez  sus
           cálculos, estuviera en lo cierto.

               Ellos no eran cortos en números, así que invertían los papeles y eran ellos quienes revisaban los cálculos de Herminio II
           y finalmente decidieron que no había tiempo que perder. Cuando llegué, unos meses después, tenían resuelto el tema de
           modo espectacular, que reproduzco a continuación más o menos textualmente en los diálogos y tal como ocurrieron las
           cosas, gracias a que todas las conversaciones importantes se grababan. Me tomé tres días de reposo, -accidentado y
           herido al regreso porque el avión casi se estrella al aterrizar- me relajé de las andanzas y me sometí a mi tratamiento de
           pirámide intensiva, pero en cuanto me sentí recuperado, inmediatamente me dispuse para estar al tanto de los avances
           hechos en el laboratorio. Los científicos pretendían que yo, que soy de los que cuentan con los dedos, les comprendiera su
           idioma,  compuesto  de  signos  extraños,  fórmulas  matemáticas,  sus  interminables  y  complicadísimas  ecuaciones  y  sus
           conceptos de mecánica cuántica, mediante un pizarrón lleno de esos símbolos, más difíciles para mí que los mismísimos
           jeroglíficos.

               No fue fácil la comprensión de los conceptos, pero finalmente conseguí hacer que me explicaran en  un idioma casi
           pueril, y así lo transmito, casi textualmente, así que el Lector no deberá agobiarse para comprender la cuestión física.


           DESCUBRIMIENTOS IMPRESIONANTES

           " - Para ahí, Roberto. -le dije- Si pudieras convertir cada número o letra en un fideo y me lo sirves en una sopa, igual me
           agarro  un  dolor  de  panza  que  no  me  lo  quita  ni  una  noche  en  la  pirámide  H.P.  -  Es  que  si  no  aprendes  un  poco  de
           matemáticas... -me dijo.
           - No la aprenderé porque no tengo tiempo. ¡Ah, si hubiera aprovechado mejor las clases en la escuela! Pero en fin, que no
           es mi fuerte. Tendrás que aprender a explicarme los conceptos mecánicos en forma sencilla...
           Finalmente conseguí que me explicara que los neutrinos:
           -Una partícula subatómica que tiene tres estados diferentes posibles en un momento determinado pero son 13,7 millones
           de veces más pequeños que un electrón. Estamos hablando de "escala" respecto a la masa, no al tamaño.
           - ¡Ah!, bien, en "escala de masa". -dije trabajando con la calculadora- Eso lo entiendo bien... Sería algo así como... Si el
           neutrino fuese... Como una sandía, el electrón de un átomo sería como la Gran Pirámide de Kheops... Si, una sandía al
           lado de la Gran Pirámide, algo increíblemente pequeño...
           - Claro, burrito... Te digo que tengas en cuenta que hablamos de masas, no de tamaños. El espacio que ocupa un neutrino
           es noventa mil millones de veces menor que el que ocupa el electrón... En este caso puedes comparar sólo el peso, sin
           tener en cuenta el tamaño y el "peso" es 13,7 millones de veces menor.
           -¿Y esa ecuación de las atmósferas -le pregunté- se puede traducir a simples porcentajes?
           - Bueno... No es tan así pero... Si, espera... -decía mientras sacaba cálculos en la pizarra y con ayuda de una calculadora-
           Digamos que nuestro cuerpo recibe en forma natural, una carga de neutrinos permanente a la que llamaremos "carga
           normal". Pero la carga óptima que debiéramos recibir es... Unas... Ochenta y tres veces mayor, como mínimo.
           - ¿Y para qué nos serviría una carga mayor de neutrinos libres en la atmósfera?
           -  Para  que  los  átomos  que  componen  nuestras  células,  especialmente  los  del  ADN  y  esas  moléculas  vitales,  estén
           completos. Lo interesante es que los neutrinos se acoplan a los átomos completando estructuras en electrones y protones,
           los reconstituyen equilibradamente, como una pared  en ruinas a la que se le agregan los ladrillos que  le faltan; y  eso
           ocurre  a  diferencia  de  otras  partículas  que  los  alteran  cuando  llegan  en  forma  de  ciertas  radiaciones.  Todos  nuestros
           átomos están en una deficiencia de subpartículas y la parte más afectada son los puentes de enlace molecular, es decir los
           electrones  que  se  enlazan  para  unir  diferentes  átomos  y  formar  la  molécula...  Esto  es  lo  que  impide  la  formación  de
           moléculas  perfectamente  estructuradas.  Digamos  que  tenemos  un  parámetro  negativo,  de  uno  a  la  menos  doce  de
           subpartículas "N" en un radio de dos "m" por el cuadrado de la distancia de la órbita de los electro...
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