Page 71 - Microsoft Word - Gabriel Silva - Geometria sagrada de las piramides.docx
P. 71

TEOTIHUACÁN: USINA CLIMATOELÉCTRICA O GEOMAGNETOELÉCTRICA

               Visitar México con pasaje de retorno con fecha fija, es una verdadera desgracia. Hay demasiadas cosas maravillosas
           que ver. Pero el colmo es intentar conocer Teotihuacán en un sólo día. Para el turista que sólo es capaz de ver piedras
           caídas, da igual, aunque saldrá maravillado. Pero para quienes indagamos en el misterio, deducimos utilidades, sistemas
           constructivos y buscamos respuestas, ese es un sitio en el que precisamos mucho tiempo para empezar aún a formularnos
           preguntas básicas.

               El impacto emocional de la grandiosidad del complejo es bastante como para que la mente tarde en empezar a razonar.
           No obstante, en catorce horas de caminar entre las ruinas, hay cosas que no se escapan al visitante atento.
               Lo que me resultó más notable y me pareció muy importante es que algunos de los habitáculos o cámaras, periféricos y
           aparentemente poco interesantes, nunca tuvieron puertas.

                                                                   Para entrar en esas "habitaciones" de las que quedan
                                                               aún sus muros hasta más de un metro de altura, hay que
                                                               saltar,  pues  si  hubo  acceso  cuando  aquello  funcionaba,
                                                               sería alguna ventana.
                                                                   Esto  se  escapa  a  la  mayoría  (incluso  a  los  propios
                                                               arqueólogos) porque las pirámides atraen toda la atención
                                                               y  lo  demás  parece  "simples  ruinas".  Pregunté  a  un  guía
                                                               turístico  sobre  aquella  curiosidad  y  me  dijo  que  como
                                                               quien  enseña  a  un  burro,  que  eran  cámaras  funerarias,
                                                               así  que  era  lógico  que  no  le  hicieran  puertas.  Sólo
                                                               contesté  a  tan  burda  respuesta  que  no  conocía  ningún
                                                               panteón,  cámara  funeraria  ni  mausoleo  que  no  tuviera
                                                               entrada para meter al muerto y para cambiarle las flores.
                                                               Otra  curiosidad  fue  que  en  algunos  puntos  encontré
           carbón  de  hulla,  que  según  pude  averiguar,  no  hay  en  la  región.  Sólo  hallé  unos  pequeños  trozos  dispersos,  pero
           escarbando  un  poco  encontré  una  capa  de  polvo  negro  de  unos  diez  centímetros.  Otros  diez  centímetros  más  abajo
           pasando la capa de arena y tierra, una capa igual a la anterior de polvo negro... Y no quise seguir porque había guardias y
           no podía afrontar problemas. Tenía pasaje de vuelta fijado para el día siguiente. Me llevé un puñado del polvo y resultó ser
           hulla, pero molida a grano de talco.
   66   67   68   69   70   71   72   73   74   75   76