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con antipirámides -según los casos- y el éxito ha sido rotundo. Uno de esos logros ha sido erradicar usando sólo
pirámides, la temible ascosferosis o enfermedad de la larva enyesada.

Aunque resulta un poco complicada la construcción y colocación de pirámides para tratar las abejas, se trata de un
material recuperable, que puede usarse todos los años o cada vez que se presente la necesidad, evitando los riesgos de
los productos químicos, que siempre tienen efectos secundarios o algún impacto sobre el medio ambiente. Las colmenas
se tratan con pirámides propiamente dichas, haciéndolas del tamaño adecuado para armarlas de tal modo que las cajas
queden en el centro de la pirámide, a la tercera parte de la altura; es decir en el centro del volumen. Estas colmenas jamás
sufrirán ataques de bacterias y las abejas serán más longevas. Sin embargo en Cuba han usado casi únicamente la
modalidad de antipirámide, haciendo sobre las colmenas un máximo de 50 minutos por sesión.

Como casi todas las pestes apícolas son producidas por bacterias,
hongos y otros microbios saprófitos, en pocos días desaparece toda
enfermedad. El modo más económico es el tratamiento con antipirámide,
es decir pirámides pequeñas, de tubos de vidrio o aluminio, que se colocan
bien orientadas encima de las colmenas. El resultado no es el mismo que
con pirámides bien hechas, pero se consiguen resultados.
Se ha observado que cuando se usa la pirámide (la colmena queda
dentro), las abejas tienden a permanecer más tiempo en ella. Cuando se
usa la antipirámide, es menor el tiempo que gustan de permanecer dentro,
pero la salud integral de la colmena se recupera con igual eficacia. Los
tratamientos aconsejados para la mayoría de los tratamientos preventivos o
de enfermedades no tan graves como la escosferosis, son de dos veces
diarias, durante 25 minutos, o cuatro veces diarias no más de veinte minutos cada vez.

Conviene marcar el techo de la colmena u orientar ésta
definitivamente, para colocar orientada la pirámide sin tener
que usar brújula cada vez. La diferencia más importante en
cuanto al uso de pirámides grandes, que pueden dejarse por
tiempo indefinido, -según los informes de los apicultores José
y Carlos Serrano (Cuba) y Rosaura Castelar (Brasil)- es que
las abejas viven más tiempo y las larvas crecen más y mejor,
libre de enfermedades. La Dra. Elena Varona de Rodriguez
ha sido la autora principal en la erradicación de la
ascosferosis en Cuba.

No se ha reportado mejoras en cuanto a la calidad de la
miel (por falta de análisis detallados), pero sí en cuanto a la
cantidad (entre el 5 y el 15 %), así como un aumento superior
al diez por ciento en la capacidad reproductiva de las reinas.
Comentan los apicultores que aunque no parece muy redituable el uso de pirámides en un principio, ni aún por el aumento
cuantitativo de la colmena y su producto, sí merece la inversión el hecho de asegurar la salud de los animalitos.

[Estas imágenes de abajo son más recientes, cedidas por el apicultor Mario Ordóñez, de Georgia, USA.]

Algunas plagas de bacterias pueden producir la pérdida de muchas colmenas y prevenir esa incidencia equivale
muchas veces a evitar la quiebra del establecimiento apícola. La temible acarosis, producida por una araña microscópica:
Acarapis woodi, es tratable con pirámides pero el efecto es lento. Para ello no sirve la pirámide, pero sí la antipirámide. Mis