Page 245 - Libros de Caballerías 1879
P. 245

L/4 LIBERTAD DE LOS CABALLEROS


     dolor que las heridas del caballero del Salvaje le hicie-
     ron, pasándole también por  la memoria  la tristeza
     en que vivía de no saber cuyos hijos fuesen; esto
     le hacía desear hacer obras con que todas  esotras
     cosas se olvidasen, deseando ya verse en la torre de
     Dramusiando y esperimentar su fortuna o a hacer
     fin juntamente con los otros; tanto que la mañana
     esclareció,  Selvián  le  llegó  el caballo y en  él em-
     pezó a caminar por aquella tierra, preguntando siem-
     pre por nuevas  del  castillo del gigante;  todos  lo
     sabían tan mal que nunca halló nuevas de lo que
     deseaba,  y  puesto que cada día pasase cerca de  él,
     no quería Eutropa que entrase en el sitio defendido
     hasta que los gigantes y su sobrino estuviesen en
     disposición de hacer batalla;  así que desta manera
     ando atravesando aquel reino por espacio de más
     de cuarenta días (en uno de los cuales Dallarte, el en-
     cantador que protegía a su familia, hizo llegar a sus
     manos un escudo invulnerable)  ; al fin dellos, estando
     ya el gigante Dramusiando y su gente para sufrir
     cualquier trabajo,  se halló dentro  del  valle de  la
     Perdición, a riberas del  río, de la parte de arriba;
     pareciéndole  el sitio y tierra tan  fresca,  la juzgaba
     por la mejor cosa del mundo; yendo ocupando los
     ojos en la verdura del campo,  la clareza y manse-
     dumbre  del agua y  el cuidado en su señora Poli-
     narda, comenzó hacer entre  sí mil diferencias en-
     amoradas que le llevaban tan sin acuerdo, que sola-
     mente para pensar en el peligro en que estaba no
                           241
                                            16
   240   241   242   243   244   245   246   247   248   249   250