Page 122 - Vuelta al mundo en 80 dias
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Tenéis razón, señora  respondió Fix , un encuentro podría perderlo todo. Vencedor o
                  vencido, mister Fogg se vería atrasado, y...

                   Y  añadió Picaporte  eso haría ganar a los gentlemen del Reform Club. ¡Dentro de
                  cuatro días estaremos en Nueva York! Pues bien; si durante cuatro días mi amo no sale de
                  su vagón, puede esperarse que la casualidad no lo pondrá enfrente de ese maldito
                  ameri-cano que Dios confunda. Y ya sabremos impedirlo.

                  La conversacion se suspendió. Mister Fogg se había despertado y miraba el campo por
                  entre el vidrio manchado de nieve. Pero más tarde, y sin ser oído de su amo ni de mistress
                  Aouida, Picaporte dijo al ins-pector de policía:

                   ¿De veras os batiríais con el?

                   Todos los medios emplearé para que llegue vivo a Europa  respondió simplemente Fix,
                  con tono que denotaba una implacable voluntad.

                  Picaporte sintió cierto estremecimiento; pero sus convicciones respecto de la no
                  culpabilidad de su amo, siguieron inalterables.

                  ¿Y podía hallarse algún medio de detener a mister Fogg en el compartimento para evitar
                  todo encuentro con el coronel? No podía ser esto difícil, contando con el genio calmoso del
                  gentleman. En todo caso, el ins-pector de policía creyó haber dado con el medio, por-que a
                  los pocos instantes decía a Phileas Fogg:

                   Largas y lentas son estas horas que se pasan así en ferrocarril.

                   En efecto   dijo el gentleman , pero van pasando.

                   A bordo de los buques  repuso el inspector  teníais costumbre de jugar vuestra partida
                  de whist.

                   Sí, pero aquí sería difícil; no hay naipes ni juga-dores.

                   ¡Oh! En cuanto a los naipes, ya los hallaremos, porque se venden en todos los vagones
                  americanos. En cuanto a compañeros de juego, si por casualidad la señora...

                   Ciertamente, caballero  respondió con viveza Aouida , sé jugar al whist. Eso forma
                  parte de la edu-cación inglesa.

                   Y yo  repuso Fix , tengo alguna pretensión de jugarlo bien. Por consiguiente, haremos
                  la partida a tres.

                   Como gustéis  repuso mister Fogg, gozoso de dedicarse a su juego favorito aun en
                  ferrocarril.
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