Page 125 - Vuelta al mundo en 80 dias
P. 125

Sin embargo, Picaporte tenía que darle parte de lo que pasaba, y se dirigía al vagón con la
                  cabeza baja cuando el maquinista, verdadero yankee llamado Fos-ter, dijo, levantando la
                  voz:

                   Señores, tal vez hay un medio de pasar.

                   ¿Por el puente?   dijo un viajero.

                   Por el puente.

                   ¿Con nuestro tren?  preguntó el coronel.

                   Con nuestro tren.

                  Picaporte se detuvo, y devoraba las palabras del maquinista.

                   ¡Pero el puente amenaza ruina!   dijo el con-ductor.

                   No importa  respondió Foster . Creo, que, lanzando el tren con su máxima velocidad,
                  hay proba-bilidad de pasar.

                   ¡Diantre!   exclamó Picaporte.

                  Pero cierto número de viajeros fueron inmediata-mente seducidos por la proposición que
                  gustaba espe-cialmente al coronel Proctor. Este cerebro descom-puesto consideraba la cosa
                  como muy practicable. Se acordó de que unos ingenieros habían concebido la idea de pasar
                  los ríos sin puente, con trenes rígidos lanzados a toda velocidad. Y en fin de cuentas, todos
                  los interesados en la cuestión se pusieron de parte del maquinista.

                   Tenemos cincuenta probabilidades de pasar  decía otro.

                   Sesenta  decía otro.

                   Ochenta... ¡Noventa por ciento!

                  Picaporte estaba asustado, si bien se hallaba dis-puesto a intentarlo toda para pasar el
                  Medicine Creek; pero la tentativa le parecía demasiado americana.

                   Por otra parte  pensó , hay otra cosa más sencilla que ni siquiera se le ocurre a esa
                  gente. Caba-llero  dijo a uno de los viajeros , el medio propues-to por el maquinista me
                  parece algo aventurado, pero...

                   ¡Ochenta probabilidades!   respondió el viaje-ro, que le volvió la espalda.

                   Bien lo sé  respondió Picaporte, dirigiéndose a otro , pero una simple reflexión.
   120   121   122   123   124   125   126   127   128   129   130