Page 102 - Lucado. Max - Como Jesús_Neat
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Todo cambia el día en que lo ve entrar en su clase de inglés. Pavonéandose lo suficiente como
            para causar buena impresión. Suficientemente listo como para tener clase. No camina demasiado

            rápido como para parecer nervioso, ni tampoco tan lento como para darse ínfulas. Usted lo ha visto

            antes,  pero  solo  en  sueños.  Ahora  está  realmente allí,  y  no  puede  quitarle  la  vista  de  encima.
            Cuando la clase se acaba usted ha memorizado cada rizo y cada pestaña. Cuando se acaba el día,

            usted ha resuelto que será suyo.

                Hay  ocasiones  cuando  vemos.  Y  hay  ocasiones  cuando  vemos  .  Hay  veces  cuando
            observamos,  y  hay  ocasiones  cuando  memorizamos.  Hay  veces  cuando  notamos,  y  hay  veces

            cuando estudiamos. La mayoría sabemos lo que quiere decir ver un nuevo bote o un nuevo joven

            … pero ¿sabemos lo que sería ver a Jesús? ¿Sabemos lo que sería poner «los ojos en Jesús»? (
            Hebreos 12.2 ).


                Hemos pasado los últimos doce capítulos mirando a lo que sería ser como Jesús. El mundo
            nunca ha conocido un corazón tan puro, ni un carácter tan impecable. Su oído espiritual es tan

            agudo que nunca ha perdido un susurro celestial. Su misericordia es tan abundante que nunca ha

            perdido una oportunidad para perdonar. Ninguna mentira salió de sus labios, ni ninguna distracción
            enturbió su visión. Tocó cuando otros se retrajeron. Perseveró cuando otros se rindieron. Jesús es

            el modelo máximo para toda persona. Lo que hemos hecho en estas páginas es precisamente lo
            que Dios le invita a hacer por el resto de su vida. Le insta a que ponga sus ojos en Jesús. El cielo le

            invita a que fije el lente de su corazón en el corazón del Salvador y le haga el objeto de su vida. Por
            esa razón quiero que concluyamos nuestro tiempo juntos con esta pregunta: ¿Qué quiere decir ver

            a Jesús?

                Los pastores pueden decírnoslo. Para ellos no fue suficiente ver a los ángeles. Usted pensaría

            que debían haberlo estado. El cielo nocturno se llenó de luz. La quietud prorrumpió en canto. Los

            humildes pastores se despertaron y se pusieron de pie al coro de ángeles: «¡Gloria a Dios en las
            alturas!» Estos hombres jamás habían visto tal esplendor.


                Pero no fue suficiente ver ángeles. Los pastores querían ver al que había enviado a los ángeles.
            Puesto que no se darían por satisfechos sino hasta verlo, usted puede rastrear la larga hilera de los

            que buscan a Jesús hasta el pastor que dijo: «Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos» ( Lucas
            2.15 , cursivas añadidas).

                No muy atrás de los pastores había un hombre llamado Simeón. Lucas nos dice que Simeón era

            un hombre bueno que servía en el templo al tiempo del nacimiento de Jesús. Lucas también nos

            dice: «Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al

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