Page 101 - Lucado. Max - Como Jesús_Neat
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Durante esa comida, en una manera diminuta, comprendo en donde Jesús halló su fuerza. Él
alzó sus ojos más allá del horizonte y vio la mesa. Enfocó el banquete. Lo que vio le dio fuerza para
terminar, y terminar con fuerza.
Tales momentos nos aguardan. En un mundo ajeno a los músculos abdominales y la lectura
rápida tomaremos nuestro lugar a la mesa. En una hora que no tiene fin descansaremos.
Rodeados de santos y de Jesús mismo, el trabajo, a la verdad, habrá concluido. La cosecha final
será recogida, nos sentaremos, y Cristo bendecirá la comida con estas palabras: «Bien, buen
siervo y fiel» ( Mateo 25.23 ).
Y en ese momento, la carrera bien habrá valido la pena.
También pido que les sean iluminados los ojos del corazón para que
conozcan la esperanza a la que Él los ha llamado, la riqueza de su
gloriosa herencia en los santos EFESIOS 1.18 (NVI)
CONCLUSIÓN
PONGA SUS OJOS EN CRISTO
Hay veces cuando vemos. Y hay veces cuando vemos . Permítame mostrarle lo que quiero decir:
Todo cambia la mañana en que usted ve el letrero «se vende» en el bote de su vecino. Su bote
de lujo. Es el bote de pesca que usted ha codiciado durante los tres años pasados. De súbito nada
más importa. Una atracción gravitacional atrae su vehículo hacia la vereda. Usted lanza un suspiro
como si su sueño reluciera al sol. Le pasa los dedos y apenas roza el borde, y hace una pausa solo
para limpiarse la saliva que le corre y cae por la camisa. Al contemplarlo, usted se transporta
mentalmente al lago Tamapwantee, y es como si existieran solo usted, las aguas cristalinas y su
bote de lujo.
O tal vez el siguiente párrafo le describe mejor:
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