Page 99 - Lucado. Max - Como Jesús_Neat
P. 99

vergüenza colectiva de toda la humanidad? Una oleada de vergüenza sobre otra cayó sobre Jesús.
            Aun cuando jamás engañó, fue declarado convicto como un engañador. Aun cuando nunca robó

            nada, el cielo lo consideró ladrón. Aun cuando nunca mintió, se le consideró un mentiroso. Aun

            cuando nunca le dio cabida a la lujuria, llevó la vergüenza del adúltero. Aun cuando siempre creyó,
            soportó la desgracia del incrédulo.

                Tales palabras levantan una pregunta urgente: ¿Cómo? ¿Cómo soportó tal desgracia? ¿Qué le

            dio a Jesús la fortaleza para soportar la vergüenza de todo el mundo? Necesitamos una respuesta,
            ¿verdad?  Como  Jesús,  somos  tentados.  Como  Jesús,  se  nos  acusa.  Como  Jesús,  se  nos

            avergüenza. Pero a diferencia de Jesús, nos damos por vencidos. Nos rendimos. Nos sentamos. ¿

            Cómo podemos seguir corriendo como Jesús lo hizo? ¿Cómo pueden nuestros corazones tener la
            resistencia que Jesús tuvo?


                Enfocando lo que Jesús enfocó: «el gozo puesto delante de Él» ( Hebreos 12.2 ).






            LA RECOMPENSA



            Este versículo bien podría ser el más grande testimonio jamás escrito respecto a la gloria del cielo.

            Nada se dice de calles de oro ni de alas de ángeles. No se hace referencia a festejos ni a música.
            Incluso la palabra cielo está ausente en este versículo. Pero aun cuando la palabra falta, el poder

            no.

                Recuerde,  el  cielo  no  era  extraño  para  Jesús.  Él  es  la  única  persona  que  vivió  en  la  tierra

            después de haber vivido en el cielo. Como creyentes usted y yo viviremos en el cielo después de

            nuestro tiempo en la tierra, pero Jesús hizo exactamente lo opuesto. Conocía el cielo antes de venir
            a la tierra. Sabía lo que le esperaba a su regreso. El saber lo que le esperaba en el cielo le permitió

            soportar la vergüenza en la tierra.

                Aceptó la vergüenza como si nada debido al gozo que Dios puso delante de Él (véase de nuevo

            Hebreos 12.2 ). En sus momentos finales Jesús enfocó su vista en el gozo que Dios puso delante
            de Él. Enfocó el premio del cielo. Al enfocar la vista en el premio, pudo no solo terminar la carrera,

            sino terminarla con fuerza.

                Estoy haciendo todo lo posible por hacer lo mismo. En una odisea mucho menos significativa,

            yo también estoy procurando terminar con fuerza. Usted está leyendo el penúltimo capítulo de este



                                                                                                                   99
   94   95   96   97   98   99   100   101   102   103   104