Page 15 - Lucado. Max - Como Jesús_Neat
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¿Qué tal si usted supiera todo lo que piensan en cuanto a usted, toda irritación, toda cosa que no
gusta, toda traición?
¿Fue duro para Jesús amar a Pedro, sabiendo que Pedro en un momento lanzaría maldiciones
contra él? ¿Fue duro confiar en Tomás, sabiendo que un día pondría en tela de duda la
resurrección de Jesús? ¿ Cómo resistió Jesús el impulso de reclutar un nuevo grupo de
seguidores? Juan quería destruir al enemigo. Pedro cercenó la oreja de otro. Pocos días antes de
la muerte de Jesús sus discípulos discutían cuál de ellos era el mejor. ¿Cómo pudo Él amar a gente
que era difícil de hacerse agradar?
Pocas situaciones impulsan al pánico como sentirse atrapado en alguna relación. Una cosa es
estar clavado con un cachorro, pero algo completamente diferente es estar atrapado en el
matrimonio. Podemos burlarnos de términos risibles como clavaditis , pero para muchos esto no es
asunto de risa. Por esa razón pienso que es sabio que empecemos nuestro estudio de lo que
significa ser como Jesús meditando en su corazón perdonador. ¿Cómo pudo Jesús amar a sus
discípulos? La respuesta se halla en el capítulo trece de Juan.
CON TOALLA Y PALANGANA
De todas las veces en que vemos las rodillas de Jesús dobladas, ninguna es más preciosa que
cuando se arrodilló frente a sus discípulos y les lavó los pies.
Fue justo antes de la Pascua. Jesús sabía que su hora había llegado para dejar este mundo e ir
al Padre. Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, les mostró el alcance pleno de su
amor.
Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que
pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el
mundo, los amó hasta el fin. Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el
corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase, sabiendo Jesús que el
Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a
Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.
Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a
enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido ( Juan 13.1– 5 ).
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