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Costumbres aparentemente inofensivas
CENTRO JUDIO, DAVID MATTISYAHU
Managua, Nicaragua.
70 años Israel.
Costumbres aparentemente inofensivas
Ajarei Mot (Levítico 16-18)
“No realicen las prácticas de la tierra de Egipto en la que habitaron; y no realicen las prácticas de la
tierra de Canaán a la cual los traigo, ni sigan sus costumbres”. (Levítico 18:3)
Pregunta:
¿Qué significa que no debemos seguir las “costumbres” de otros pueblos? Ciertamente existen
otros pueblos que acostumbran utilizar automóviles, teléfonos, trajes, zapatos, salen a comer a
restaurantes, etcétera, y evidentemente estas cosas no entran dentro de la prohibición. Entonces,
¿hasta dónde se extiende esta prohibición realmente?
Respuesta:
En términos prácticos, el Ramá (ver Yoré Deá 178:1) dictamina que sólo las costumbres que se
remontan a la inmoralidad o al paganismo, o cuyo origen es desconocido, pero carecen de
beneficio tangible o razones lógicas están prohibidas. Si una costumbre particular de otro pueblo
tiene una razón lógica y un beneficio tangible, y no está conectada a la inmoralidad o al paganis-
mo, entonces está permitida.
Ahora bien, es entendible que las prácticas nocivas como el paganismo o la inmoralidad estén
prohibidas, lo increíble es que el Ramá incluye también dentro de la prohibición las prácticas socia-
les aparentemente inofensivas, es decir, los comportamientos sociales que se transforman en
“costumbres” para ellos, pero que no tienen una razón lógica de ser o un beneficio tangible.
Pero, ¿qué hay de malo con estas costumbres realmente? ¿Cuál es el problema de hacer algo sin
sentido?
Nuestros Sabios explican que una de las razones por las cuales había una rampa en el Altar del
Templo en lugar de escaleras, era para que ésta sirviera como un recordatorio de que en cada ins-
tante de la vida, estamos ya sea subiendo o bajando, no existe un peldaño intermedio en el cual
puedo detenerme a perder el tiempo sin rodar inmediatamente hacia abajo.
La idea es bastante simple. ¡Si no estás creciendo espiritualmente, entonces, estás bajando!
No hay otra opción. Perder el tiempo no es simplemente “no avanzar”, perder el tiempo es retroce-
der.
Esta idea queda en evidencia si analizamos la palabra “jukoteihem” que la Torá utiliza para “sus
costumbres” en este contexto. Un jok es algo que no tiene una razón lógica de ser. Lo que la To-
rá nos está exigiendo, más allá de no imitar sus prácticas nocivas, es que nos diferenciemos al no
realizar actividades vanas, que no tienen sentido y que finalmente, son una pérdida de tiempo.
Fuentes: Shulján Aruj Yoré Deá 178; Rashi, comentario a Levítico 18:3
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