Page 9 - BOLETIN CENTRO JUDIO DAVID MATTISYAHU 19
P. 9
Continua: Siguiendo los pasos de las mujeres del Tanaj
CENTRO JUDIO, DAVID MATTISYAHU
Managua, Nicaragua.
70 años Israel.
Sará entendía mejor que Abraham cuál era el ambiente necesario para la educación de Itzjak.
Ella también tuvo la habilidad de influir diplomáticamente sobre su marido para que él aceptara su
punto de vista.
Rivká entiende en profundidad la personalidad de sus hijos
Rivká es otra mujer con un gran entendimiento de la naturaleza, las necesidades y el destino
futuro de sus hijos.
Itzjak, el esposo de Rivká, favorecía a Esav como el siguiente eslabón en la cadena judía: Itzjak
amaba a Esav pues tenía la presa en su boca (Génesis 25:28)
Esav engañaba con palabras a su padre. Él le preguntaba: “¿Cómo se separa maaser de la sal y
de la paja?” Entonces Itzjak pensaba que Esav era estricto en el cumplimiento de las mitzvot
(Rashi).
Itzjak vio que a Esav le interesaban ciertos aspectos de la ley judía y, en base a eso, lo consideró
recto. Sin embargo, Rivká vio la totalidad de la personalidad de sus hijos: “Y Rivká amaba a Iaa-
kov” debido a que entendía su esencia, porque era capaz de ver toda la persona, sin dejarse enga-
ñar por factores externos. Al igual que Sará, su predecesora, Rivká comprendió que para cumplir el
destino judío a largo plazo era necesario actuar de inmediato. También sabía cómo influir sobre su
marido para convencerlo que hiciera lo que ella sabía que era mejor. Su plan engañoso de vestir a
Iaakov como si fuera Esav y robar las bendiciones, tuvo el objetivo de demostrarle a Itzjak que tal
como él fue engañado al dar las bendiciones, también Esav lo había estado engañando todo el
tiempo. El entendimiento que tenía Rivká de la naturaleza humana, combinado con su visión global
y a largo plazo, tuvo un impacto duradero en el destino judío.
El convincente argumento de Miriam
Miriam es otro ejemplo de una mujer judía que, al confrontar al sabio más grande de la genera-
ción, demostró poseer estas cualidades singulares.
Siendo pequeña, Miriam fue testigo de las terribles tragedias de la esclavitud egipcia y de la muer-
te de muchos niños judíos a causa del decreto del Faraón. Durante ese período trágico, Amram, su
padre, había perdido las esperanzas de construir una nación. Para asegurar que no hubiera más
niños judíos que sufrieran en este mundo, Amram se separó de Iojéved, su esposa. Entonces todos
los hombres judíos siguieron en ejemplo.
Miriam le dijo: “Padre, tu decreto es peor que el del Faraón. Él sólo decretó la muerte de los ni-
ños, mientras que tú has decretado tanto en contra de los niños como de las niñas. Él sólo decretó
en este mundo, mientras que tu decreto es en este mundo y en el Mundo Venidero. Él es malvado
y es posible que sus decretos no se cumplan. ¡Pero tú eres recto y D´s seguramente permitirá que
tu decreto se haga realidad!”
Amram se volvió a casar con su esposa y también el resto de los hombres volvieron a casarse
con sus esposas. (Talmud Sotá 12b)
Por su mérito, de allí nació el grandioso Moshé. Vemos la visión de futuro y la confianza en sí mis-
ma que tuvo Miriam al hablar con su padre y convencerlo de abandonar lo que hubiera sido equiva-
lente a un suicidio nacional. Miriam logró ver la imagen global más allá de los hechos presentes:
¡tenemos que construir una nación, un futuro, una misión! Ella no se quedó atrapada por la deses-
peración del presente, sino que se aferró a su visión y a su responsabilidad de mantener a la na-
ción de cualquier forma posible.
Continua...
9
9