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aportes. La obra fue concluida en                                    Por esa época pasó una buena
        su totalidad en 1926.                                             cantidad de sacerdotes que atend-
            No revestía la magnificencia de                               ieron la parroquia, en total, en un
        la anterior, pero hasta cierto punto                              periodo de 20 años (1918-38), se
        era más práctica. Las lluvias copio-                              recuerda a 20 párrocos. A través de
        sas, para esa época eran una con-                                 esos años algunos de ellos impul-
        trariedad que en ocasiones, como                                  saron obras, entre ellos: Diego de
        durante el “temporalón de 1934”,                                  Jesús Rodríguez, José Minera Viel-
        causó una verdadera tragedia. La                                  man, Horacio Olmedo. Fue car-
        cubierta se hizo a dos aguas, con                                 acterística de esa época la corta
        tejas de barro ubicadas de forma                                  estancia de los religiosos en el
        lineal para permitir la circulación                               templo católico.
        de las lluvias en dirección a la pen-                                Esa rutina la rompió el padre
        diente para que cayeran sobre los                                 Ciriaco Corral, que a partir de
        canales de lámina.                      SACERDOTE                 entonces marcaría periodos más
            Pensando en la seguridad de los     GENARO                    largos.  Corral  estuvo  regente-
        feligreses, la estructura de madera     GODOY                     ando la iglesia por un espacio de
        y lamina sería más ligera ante cual-                              14 años (1938-1952). Como guía
        quier siniestro. Apenas un traga-                                 de la feligresía de Armenia, trabajo
        luz, en la parte superior adornaba la                             duro. Pero, ya al final de su man-
        entrada y detrás de esa fachada se construyó          dato empezó a sentir la presión de la gente, que
        un espacio donde cantaría el coro. En ese sitio       pedía la construcción de un nuevo oratorio.
        se desplazó años después don Gustavo Cor-             Según pobladores de esa época, siempre les
        tez y su hija Inés Cortez, dos grandes acom-          decía que “a la mayor brevedad”, pero nunca
        pañantes, con su música sacra, en las misas de        movió un dedo.
        los domingos. El área de afuera no se tocó; una          Sí, lo movió el día que cayó el General Max-
        media loma de grama natural y monte donde los         imiliano Hernández Martínez, el 9 de mayo de
        escolares jugaban cuando salían de la escuela.        1944. Muchos de los opositores del General en
                                                              Armenia, luego de su discurso en horas de la
                                                              noche, en el que anunció su renuncia, brin-
                                                              caron de contentos. Uno de ellos fue el “Choco
                                                              Cárcamo”, quien al día siguiente participó en
                                                              una manifestación para celebrar, según él, “la
                                                              salida del dictador”.
                                                                 Cárcamo era un vendedor de periódicos, del
                                                              Diario de Hoy, a cuyo director, Napoleón Viera
                                                              Altamirano; el dictador Martínez había sacado
                                                              del país y vivía en México. Tal vez el voceador,
                                                              compenetrado con su patrón, “sudaba calen-
                                                              tura ajena”.
                                                                 Comentario aparte, era un hombre muy
                                                              inteligente que conocía todos los problemas
                                                              del pueblo. Cuando se acercaba a una casa, ya
                                                              sabía de antemano los intereses de quienes la
                                                              habitaban. Y voceaba lo que ellos querían oír.
      FACHADA DEL TEMPLO CATÓLICO Y                           Acto seguido –como en un libreto-, salían y le
      EL ATRIO EN PROCESO DE TRANSFORMACIÓN                   gritaban, “déme uno”.
      EN LA ÉPOCA DE GODOY                                       No era malcriado o, como dirían algunos,



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