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“¿serías capaz de matar a tus mismos her-
manos, a la gente del pueblo?”. El sargento, por
un instante se sintió temeroso, por la seguridad
con la que el dirigente de la manifestación le
hablaba, quien, además, poseía una imponente
estura. Pero, como volviendo a lo que andaba,
se limitó a decir: -Yo, cumplo ordenes Dr.-, y
sin más ordenó a sus soldaos retirarse del lugar.
Superado ese incidente, la algarabía de la
manifestación se hizo sentir en la Escuela “Juan
José Solórzano”, situada junto a la iglesia. Reu-
nieron a los alumnos en el corredor donde se
hacían los actos. Pero, antes de tomar la pal-
abra, el “Choco Cárcamo” observó una foto
del General Martínez de unos dos metros de UNA VISTA PANORÁMICA DE LA IGLESIA Y
alta por uno y medio de ancho. Siguiendo un EL ATRIO CON TODA SU GRANDEZA (1953)
impulso la quiso arrancar.
Aún no había tocado el cuadro del General,
cuando apareció Julio Valladares, el subdirec- curiosidad, luego de pasar por la parroquia más
tor, con un fusil checo, que siempre guardaba de un centenar de religiosos, en su mayoría de
atrás de la puerta. - Por esa época, la may- origen o descendencia española. Godoy era
oría de profesores tenían grado militar, inc- originario del municipio de Mixco situado al
luso se adiestraba a los alumnos con fusiles de oeste y a unos 19 kilómetros de la capital gua-
madera-, Inmediatamente con arma en mano y temalteca. Cerca de Antigua Guatemala, donde
echándose la corbata a un lado gritó, “Si tocas realizó sus estudios
el retrato de Martínez, aquí te voy a terminar Cecilio Gómez, conocido como “chilo”, fue el
hijueputa”. primero en darle la bienvenida al pie del tem-
No era el día del “Choco”, no le quedó de otras
que soltar al General. El Dr. Ramos, volvió a plo. Era el sacristán de la parroquia. Con su
figura larguirucha, camisa almidonada blanca,
intervenir; “Profesor, dijo, ha caído el tirano”. manga larga y cabeza con entradas pronuncia-
Valladares, sin bajar el arma, contestó presur- das; mientras ajustaba sus lentes redondos con
oso: -Para ustedes, pero para nosotros no-. aros color café y agarrados a sus orejas por un
Mientras esto sucedía, otros maestros también cordel, sin más dijo:- ¡Aquí vive un paisano
empuñaban sus escopetas. Todo bajo la mirada suyo!-.
del director del centro escolar, Juan Cabrera. Godoy, con una túnica negra impecable,
A los manifestantes no les quedó otra que
volver al parque, acompañados de la gente a el cuello bien ajustado a su garganta, levantó
sus cejas y dejó ver con sus ojos una mirada de
quienes arengaron desde el kiosco mientras asombro. Involuntariamente pasó la diestra
celebraban con música que se extendió por sobre su pelo negro, ondulado, que sobresalía
más de tres días. de su frente. Con voz ronca replico: ¡No puede
La iglesia no volvió a tener incidente igual.
A nivel nacional, en décadas posteriores la ser! ¿Cómo llegó?
“En el pueblo se comenta que alguien lo vino
tranquilidad solo se vio interrumpida por una a dejar aquí -contestó Chilo-. Y ante la mirada
sucesión de golpes de Estado. Corrales en 1952 inquisitiva del nuevo sacerdote, continuo:
dijo adiós al templo y en su lugar llegó un padre -Nadie conoce su nombre, sólo su apodo: Gui-
de origen guatemalteco, llamado Genaro Godoy tarra. Con solo verlo se notan sus rasgos indí-
y Morataya. genas; aunque su piel es blanca. Pelo parado,
La nacionalidad del nuevo prelado despertó
con una quijada bien pronunciada, cuerpo
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