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gada por el peso de las rocas que sostenía en sus     su camino. En 1972 que regresó nuevamente al
        hombros, por un momento se quedó paralizado           pueblo volvió a caminar por la misma ruta, ya
        al ver a aquella mujer con su vestido blanco          sobre un atrio hermoso. Parada en el mismo
        elegante. –Construimos el atrio de la iglesia,        sitio de hacía 20 años, a pesar de sus esfuerzos
        replico; mientras botaba las piedras a un lado        con la mirada, no encontró al Padre Godoy.
        del camino.                                              Terminada la obra, un año después de su
           La Condesa, por un momento distrajo la             llegada al pueblo, todavía faltaba algo: La
        mirada en sus familiares que la acompañaban,          puerta de entrada para resguardar este espacio
        y dirigiéndose nuevamente al obrero señaló:           sagrado. Él explicaba en la misa que las per-
        -Trabajan entonces para el Cura-. El hombre           sonas están fuera del atrio. Al mismo tiempo,
        se quitó el sombrero y contestó: -Yo soy el           reconocía que aun con el portón de hierro que
        Cura-. Consuelo, por un momento se fue de             se construiría estaba claro que; “¡Cristo era la
        este mundo. Pero, buscó una salida, -No soy           única puerta!”.
        muy buena para reconocer la fisonomía de la              Luisa Funes una de sus más fieles feligre-
        gente. ¡Cómo pude no reconocerlo, si apenas           ses y con mucha comodidad económica, en
        hace unos días estuvo en los funerales de mi          este último esfuerzo lo sacó de apuros. Dos de
        madre!-, exclamó.                                     sus sobrinos, Luis y Fernando Paz eran espe-
           Godoy sabía que ella vivía en Europa. Para         cialistas en estructuras de hierro y lo habían
        esa época ya era una celebridad por su casa-          demostrado en los talleres Sarti, de la ciudad
        miento con el conde que escribió la famosa            capital. A finales de 1953 los dos especialistas
        obra El Principito y era difícil, con pocos días en   entregaron el pórtico a Godoy.
        Armenia, grabarse las caras. La Condesa siguió           Pero Godoy no permanecía quieto. Siempre


        INÉS CORTEZ A SUS 84 AÑOS TODAVÍA
                 CONSERVA EL LIBRO GUÍA DEL
              REPERTORIO DE CANCIONES QUE
         ENTONABA EN EL CORO DE LA IGLESIA





























                                                                                    INÉS CORTEZ TODAVÍA
                                                                                    CONSERVA EL ARMONIO
                                                                                    CON QUE TOCABA EN EL
                                                                                    CORO DE LA IGLESIA



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