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FACHADA PARCIA DEL PORTAL QUE
ganarse la lotería, esa cantidad en esa época ALOJO EL CASINO CINCO DE MAYO
era un dineral. Igual era cotidiano en una Y DESPUÉS A CARMEN MAYEN.
jugada perder una casa o una finca, pues las
“deudas de juego debían honrarse”.
En más de una ocasión, producto de
las apuestas, una de ellas culminó con un
desenlace trágico. Según testimonios ora-
les de ese tiempo un joven llamado Anto-
nio Molina, perdió la vida. La muerte se la
adjudicaron a un socio del casino a quien el
muerto le había ganado una buena canti-
dad de dinero, se armó una discusión entre
ambos y terminó en desgracia. Todo quedó
en el misterio. Los presentes a un mismo
tono, testificaron que se trataba de un suici-
dio. Pero, la gente no se lo “tragó”, mientras
aseguraban que allí le pusieron la pistola en
su mano. El hecho nunca se resolvió.
Este caso y la suma de otros incidentes
repercutieron en la vida del casino. Así como
la dispersión y el desánimo de sus socios,
con el tiempo eso le dio un tiro de muerte.
A finales de los años cuarenta la señora Car-
men Mayén se volvió dueña del portal.
Carmen Mayén, era una mujer vinculada
a la agricultura, especialmente con la siem-
bra de tabaco. De estatura regular, cuando
llegó al portal ya pintaba algunas canas. Sus
hijos varones: Manuel, Mario y Humberto;
eran sus principales apoyos en el negocio.
Además tenía tres hijas: Laura, Estela y Ali-
cia. Todos eran reconocidos en el pueblo
por el apellido Mayén, pero su verdadero
apelativo era Flamenco, igual que su padre. Pero, Carmen no se doblegó. Era muy traba-
A un costado del portal sobresalía un zaguán, jadora y se volvió a levantar. Con el paso del
frente a una calle empedrada, por donde entra- tiempo, vendió el negocio y les repartió a sus
ban carretas. Ella tenía contrato con La Cigar- herederos.
rería Morazán, que era la firma más importante Por una temporada el local permaneció vacío.
de tabaco en El Salvador. Fue mientras traba- Lo compró, a finales de los 50´s, Estanislao
jaba para esa empresa que tuvo un percance de Rosales (Tanis), una persona de pocas letras,
grandes dimensiones. pero con capital, lo convirtió en una casa de
Dos hornos enormes ubicados cerca del entretenimiento. Era un sitio de carácter popu-
cementerio del pueblo, se incendiaron y todo lar, donde “entraba de todo”; además del billar
quedó reducido a cenizas. El tabaco atesorado se practicaba juegos “prohibidos por la ley”. En
en esa fragua era la cosecha del año. Si se toma algunas ocasiones la policía detuvo a varios de
en cuenta todo el proceso de preparación del sus apostadores por esas costumbres.
terreno, la siembra, su fase de crecimiento, Estos dos portales, igual que el otro par, los
recolección y secado, eso fue toda una tragedia. fraccionaba una parcela. Al terminar el corre-
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