Page 75 - Armenia2015final.indd
P. 75
Maimón. En pocos momentos todo el portal y Mostradores y anaqueles, con mercadearía
la farmacia de Lazo, frente al parque, ardían surtida, que al solo entrar atraían las miradas.
como si sobre ellos se hubiese aplicado algún Electrodomésticos, materiales de construc-
combustible, para que el fuego los abrazara. ción y artículos deportivos. Una fina licorería
Bastaron pocas horas para que las llamas remataba el encuadre del negocio.
redujeran a ceniza uno de los históricos por- El inmueble fue dotado con algunas modi-
tales, sin que pudiera evitarlo la intervención ficaciones. La parte habitada contaba con una
de los bomberos ni la colaboración prestada sala y dormitorio donde reposaban Antonio y
por los pobladores; quienes veían en el viejo su esposa Clara. Luego un Zaguán conectado
edificio a uno de los guardianes de sus raíces. con una bodega. Detrás de la tienda, al fondo el
Con el humo flotando todavía en el ambi- corredor, cocina, comedor y un pequeño jardín.
ente, sobre el incendio se generaron diversas La refresquería de la niña “Cloti” ya no
versiones; desde un corto circuito, una trave- existía. En su lugar se encontraba el almacén de
sura y las cocinas del mercado. Hasta se detuvo Santos Agustín Portillo. La fachada de la vivi-
a un joven que permaneció varios días en la enda tenía algunas modificaciones. Dos entra-
segunda planta de la Alcaldía, pero al compro- das y una vitrina en medio. En poco tiempo
bar su inocencia salió libre. Al final todo quedó se convirtió en una competencia fuerte para
en el misterio. Toño Portillo.
¿Qué fue de los dueños de los negocios? Por ironías del destino esta competencia,
Maimón, propietario de la esquina y la parte de manera indirecta, el mismo Antonio se la
adyacente frente al mercado, vendió el solar buscó. Cuando era empleado de Maimó, montó
todavía con algunas mochetas, puertas y vigas una tienda en San Julián y para echarla a andar
chamuscadas en pie, como mudos testigos, contrató a Milo y Fernando Portillo. Pero, al
igual hizo Melida Quezada, heredera de Luisa encontrar dificultades por la distancia y difícil
Funes. acceso a esa población en invierno, optó por
Antonio Portillo y Napoleón Lazo, con vender el negocio a los dos hermanos, para que
mucha perseverancia rehicieron sus negocios. se independizaran y se volvieran tenderos.
Según Marina Lazo, su padre, al principio, y Milo y Fernando, eran parte de cinco her-
Portillo anduvieron “rutiando” para ver dónde manos nacidos en los Lagartos. Buscando nue-
se establecían. “Toño – subraya- buscó con- vas oportunidades se trasladaron a San Julián,
tactar con la familia Sol, los dueños del portal junto con Santos Agustín, Reina y Cristóbal.
donde vivió Claudia. A los pocos días, mi padre De todos ellos el único que realizó estudios
se ubicó en la esquina y la tienda contigua a la superiores fue Santos, quien era Químico Far-
farmacia”. macéutico, egresado de la Universidad de El
Marina, agrega que, “Ese local no daba. Toño Salvador. Con esa especialidad trabajaba para
no se quedaba quieto. Y de repente una noche las farmacias, Santa Lucia y San Carlos.
dijo, he descubierto otro lugar donde nos va ir Según Cristóbal Portillo, sus dos hermanos
mejor. Era a mitad de la cuadra de la calle, frente convencieron a Santos Agustín, para dejar el
a la tienda de Rubén Quiñonez. Allí estuvieron empleo y establecer, con su apoyo un negocio
un buen tiempo hasta que se trasladaron al por- en Armenia. Los agentes viajeros que lo vis-
tico de Llort”. Portillo, compró la casa del portal itaban al ver que tenía fiadores confiables, no
a Humberto Llort en 1956 y Lazo, tiempo más dudaron en darle crédito y así fue como levantó
tarde, la otra parte, en 1962. la tienda “San Rafael” en donde no faltaban:
El nuevo dueño del portal, mejoró su maquil- cerveza, gaseosas, cal, sal, azúcar, telas y otras
laje y le dio una imagen moderna. Las tres mercaderías.
ventanas de madera fueron revestidas de vid- Armando Escobar, quien en más de una oca-
rio, resguardadas por cortinas de aluminio, sión visitó las tiendas, asegura que la compe-
fabricadas en los talleres Sarti de la capital. tencia entre el uno y el otro fue muy acalorada.
75