Page 176 - Cementerio de animales
P. 176

padres estaban abrumados por el dolor y que no era el momento de hacer monerías de
           niña  pequeña  para  llamar  la  atención.  Hasta  que  remitió  el  dolor,  Rachel  no  se
           convenció de que no era víctima de la venganza de Zelda ni de un castigo de Dios por

           su maldad. Durante muchos meses (eso dijo a Louis; en realidad, fueron ocho años),
           tuvo  pesadillas  en  las  que  su  hermana  moría  una  y  otra  vez  y,  al  despertar
           sobresaltada,  se  llevaba  las  manos  a  la  espalda,  para  cerciorarse  de  que  seguía

           perfectamente. Luego, en la horrible secuela de aquellas pesadillas, le parecía que la
           puerta del armario tenía que abrirse violentamente y Zelda se abalanzaría sobre ella,
           morada y contrahecha, con los ojos en blanco, la lengua fuera y las garras extendidas,

           para matar a la asesina que se acurrucaba en la cama con las manos pegadas a la
           espalda…
               Rachel no asistió a los funerales de Zelda, ni a ningún otro.

               —Si me lo hubieras dicho antes, se habrían aclarado muchas cosas —dijo Louis.
               —No podía, Lou. —Su voz sonaba adormilada—. Desde entonces me quedó…

           una pequeña fobia en este tema. «Una pequeña fobia —pensó Louis—. Sí, eso.»
               —No  puedo  evitarlo…  Comprendo  que  tienes  razón,  que  la  muerte  es
           perfectamente natural, y hasta buena. Pero entre lo que me dice la razón y lo que
           siento… aquí dentro…

               —Ya…
               —Aquel  día  en  que  me  puse  furiosa  contigo,  yo  sabía  que,  por  más  que  Ellie

           llorara ante la posibilidad de que Church muriera, ello no era sino un modo como otro
           cualquiera de hacerse a la idea, pero no pude contenerme. Perdóname, Louis.
               —No  hay  nada  que  perdonar  —dijo  él,  acariciándole  el  pelo—.  Pero,  ¡qué
           diantre!, acepto las disculpas, si eso hace que te sientas mejor.

               Ella sonrió.
               —Y así es. Me siento mejor, sí. Es como si hubiera expulsado algo que estuviera

           envenenando durante años una parte de mí.
               —Quizá sea eso lo que has hecho en realidad.
               Rachel cerró los ojos y volvió a abrirlos… lentamente.
               —Y no le eches a mi padre toda la culpa, Louis. Fue una mala época para ellos.

           Los gastos de la enfermedad los dejaron casi arruinados. Mi padre no pudo abrir la
           sucursal  que  había  proyectado  poner  en  las  afueras,  y  las  ventas  de  la  tienda  del

           centro flojeaban. Además, mi madre estaba medio loca.
               »Después, todo empezó a arreglarse. Fue como si la muerte de Zelda marcara el
           comienzo de una buena racha. Se acabó la recesión, volvió a circular el dinero, mi

           padre consiguió el préstamo y, desde entonces, los negocios le han ido bien. Pero
           todo aquello hizo que mis padres tendieran siempre a protegerme excesivamente. No
           es sólo que yo fuera lo único que les quedaba, sino también…

               —Remordimiento —dijo Louis.




                                        www.lectulandia.com - Página 176
   171   172   173   174   175   176   177   178   179   180   181