Page 170 - COLECCION HERNAN RIVERA MAS DOS CUENTOS
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Ella debió llamarse Malvarrosa. Nombre elegido
en homenaje a su madre, Malva Martina, y a su
traslúcida abuela, Rosa Amparo. Sin embargo,
por error del oficial del Registro Civil, o porque el
insensato de su padre fue a inscribirla tan
borracho que apenas podía farfullar palabra,
terminó llamándose Malarrosa.
La niña, que ama los pájaros, tiene mirada de
espejismo y un extraño don para maquillar a los
muertos, afronta con entereza adulta un mundo
que desaparece en el aire, como la ilusión de
agua en el desierto.
Esta novela de Hernán Rivera Letelier narra con
humor y compasión otro ángulo de la épica de los
hombres y mujeres del salitre, en la dureza de un
mundo que, por estos mismos días, está
terminando de esfumarse para siempre.