Page 137 - Resiliente
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La verdadera lucha por sobrevivir no significa cuantos enemigos

                   mates, no, significa cuanto tiempo permanezcas y resistas para
                   poder encontrar todo eso que anhelamos... una luz de esperanza,

                   eso define aquel que es débil, del que es fuerte... nada tiene
                   que ver con músculos, movimientos rápidos... es la permanencia,

                   la esperanza lo único que es capaz de mantenernos vivos en
                   esta situación tan complicada.



                   Como sin mucho esfuerzo, puedo detectar que la ambición

                   de Máximo es protegernos a todos nosotros, y aun sacrifique
                   la humanidad de su mente, lo seguirá haciendo.



                   Salimos a los bosques, y pasamos las casas en construcción...

                   o eso había sido antes porque ahora me parecen ruinas, todo
                   me parece ruinas, la finca estaba divida del terreno de esa

                   urbanización por una simple barda de palos con alambre que
                   se extendía por todo el terreno, asamos la barda y en efecto,

                   vimos las cajas torácicas de las pobres reces que habían sido
                   devoradas hasta los huesos, y metros más allá los lentos y bien

                   alimentados no muertos buscando más víctimas, por más lentos
                   que pudieran estar.



                   Contamos cien de ellos por toda esa extensión, pero para

                   nuestra suerte, estaban separados, y por separado eran débil
                   es, caminamos rápido hacia la casa, que era una modesta

                   estructura de cemento y madera, cuando llegamos a la puerta,
                   encontramos que estaba sellada.



                          —¿Y ahora? —dijo Máximo.

                          —Por atrás.



                   Caminamos bordeando la casa, pero cuando llegamos, nos dimos
                   cuenta de que los zombis se unificaban para buscarnos, Máximo

                   pateo con fuerza la puerta y entramos los dos a la casa,
                   la primera impresión que tuvimos fue aquel fétido olor, supimos

                   que no nos encontarbamos completamente solos, nos cuesta asu-
                   mirlo pero ya estamos rodeados de estas horridas creaturas.




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