Page 141 - Resiliente

reja que era muy gruesa y pesada, eso los mantendra alli por

un tiempo, espero y sea el suficiente para que se mueran, por
tiempo y no tengamos que combatir con ellos.

Los zombis llegaron, se aglomeraron y comenzaron a sacar las

manos por entre los barrotes lanzando gemidos.

Los demás, que quedaron afuera, comenzaron a acercársenos,
pero eran como cinco de ellos, Máximo elimino a otro a palazos

y yo comencé a golpear con furia al otro con el hacha, ter-
minamos en unos pocos minutos, pero el cansancio que teníamos

era impresionante, Máximo tosió varias veces apoyándose en las
rodillas y esperando a ver si salían más de los matorrales.

Comprendimos que habíamos acumulado a todos esos zombis con

el ruido de nuestra marcha cuando subimos... creo que pudimos
haber gemido del cansancio, o quizás la falta de sentidos hizo

que los que quedaran se aguzaran como el oído, decidimos que ya
era suficiente, comenzamos a descender dejando a esa cantidad de

zombis atrapada allí.

—Cuando tengamos mejores armas —dijo Máximo entre recupe-
rando el aliento y las quejas por el dolor del pecho —vamos

a venir a matar a todos esos malditos.
—Sabes que es posible que aún queden más por aquí —dije

yo, mientras me calmaba.
—Si por supuesto —dijo Máximo —claro que se, pero ahora

dormiré mejor.
—Si yo también.

La faena había valido la pena, habíamos culminado pasos impor-

tantes para la ambientación de nuestro refugio y eso por
supuesto alteraría nuestra permanencia en el espero que en un

modo bueno, espero que no recibamos más ataques.
Luego de que terminamos de bajar, usamos la misma ruta volviendo

por la finca y pasando sobre las bardas, junto a las casas
en ruinas y luego a la barricada de madera que construimos.

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