Page 144 - Resiliente
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Mientras tanto estuve por la casa caminando, Cleo estaba junto

                                    con Máximo haciendo una ronda, dando vueltas por la urbaniza-
                                    ción, recuerdo a Laura mirando su brazo varias veces al día,

                                    me acongoja ver a una muchacha tan bonita mirando un desper-
                                    fecto nimio en una actitud tan feroz que la llevo a sobrevivir

                                    durante tanto tiempo con una infección letal.



                                    Me acerque a ella y me senté a su lado en casa de mis Padres.


                                            —¿Está todo bien?
                                            —No, desde luego que no –Dijo ella en un tono tajante.



                                    Me incline, apoyando mis codos sobre mis rodillas.



                                            —Comprendo exactamente cuál es tu situación.

                                            —¿En serio? —dijo ella —pues no lo creo.
                                            —Es en serio...

                                            —Entonces dime pues, que me pasa.
                                            —Tu brazo.

                                            —Solo en parte, pienso que todo esto que ha sucedido es mi
                                    culpa, y todo lo que va a suceder.



                                    Recuerdo que algo hizo que me incomodara en su tono de voz

                                    y hasta este momento no recuerdo que es.



                                            —Solamente pienso en la reacción de Mauro cuando me vea
                                    así —dijo ella —solamente pienso en que hará y que sucederá

                                    en los días venideros.
                                            —Pues es absurdo que cuelgues tu actitud a pensamientos

                                    como esos porque no hay certeza de nada.
                                            —Si cierto, pero aún me inquieta –dijo ella –conozco

                                    a Mauro y es una persona volátil... airada, y probablemente
                                    su actitud cambie, y eso me da miedo.



                                    Me la quede mirando unos momentos, observe su rostro y sin duda

                                    alguna era esa inquietud, era simplemente el miedo de la
                                    reacción, de la impresión, que tendría Mauro al verla sin un




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