Page 159 - Resiliente
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para asi apagarla, la cargue hacia la cama del cuarto prin-

                   cipal, el que habilitamos en la casa para poder dormir y des-
                   cansar para acostarla y arroparla, ella mascullo algo que no

                   entendi y me sonrió, y luego yo salí de la habitación.



                   Volví a bajar y camine hacia la habitación de estudio a la
                   izquierda de la puerta principal, que era donde teníamos toda

                   la comida agrupada, me senté en una silla de madera y comencé
                   a mirar las cajas, ahora somos seis personas... nos quedaba

                   poco más de una semana de comida y eso racionándola...
                   me levante y revise las cajas encontrando que algunas estaban

                   vacías y deje las que estaban llenas.



                   Cuatro cajas de comida repartidas entre granos, pastas
                   y enlatados, salí de la casa volviendo a sentir otra de mis

                   preocupaciones volcarme encima, no teníamos electricidad,
                   pero si contábamos con gas natural para cocina y ducharnos con

                   agua caliente, aunque no durara para siempre.



                   Avance hasta el armario donde guardaba las bombonas y revise
                   los medidores, cero, solo uno quedaba con un 20% de la bombona,

                   eso nos servirá para dos almuerzos cuando mucho y cero duchas
                   con agua caliente, saque las bombonas vacías y las deje fuera,

                   junto al tanque de agua el cual quedaba menos de 1000 litros
                   allí, suspire y en esos instantes comenzó a sonar mi reloj

                   indicando que debía ponerme en el techo a cuidar la casa hasta
                   la madrugada y me releven.



                   Mis preocupaciones comenzaban hacerse realidad, a pesar de la

                   buena cantidad de recursos que habíamos tomado de Mauro, eso no
                   iba hacer lo suficiente para mantenernos más de tres semanas,

                   no iba a ser posible, el depósito de gas propano que teníamos
                   estaba agotado y el agua también, ya había que ponerse a traba-

                   jar en mantener los recursos del refugio... mis miedos volvie-
                   ron a hacerse realidad, habrá que ir pronto a la ciudad... y no

                   será sencillo, tampoco lo deseo mucho, pero se vuelve cada vez
                   mas necesario, tengo que hablar con Máximo y Mauro pronto.




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