Page 156 - Resiliente
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Mauro escucho los golpes y se aceleró a nuestro lado pero
Máximo rápidamente lo despacho a la casa, a regañadientes Mauro
obedeció y fue guiado por Laura y a ella le dimos las mismas
instrucciones para a Camila y para Cleo (Cerrar puertas y ven-
tanas y permanecer en silencio hasta que volviéramos) Máximo
se aproximó hasta la barricada y barrio con un machete la ma-
dera lentamente hasta que el zombi volvió a arremeter a golpes
y comenzó a dar alaridos, si seguía gritando atraería a más.
Máximo entonces decidió subir el mismo para acabarlo, yo me
quede mirando del otro lado de la barricada y esperando con
la escopeta, escuche unos gruñidos y unos gritos, mi corazón
se aceleró al ver varios golpes contra la madera pero me tran-
quilice al momento en que Máximo comenzaba a lanzarle insultos
como loco hacia la criatura.
Supongo que volvió a arremeter pues escuche un alarido de furia
y luego un golpe sordo, repentinamente luego una sucesión
de golpes sordos y luego húmedos, y finalmente un silencio
sepulcral, avance con la escopeta cargada entre mis manos
con los labios secos, y esperando lo peor.
Me parece impresionante la habilidad que tiene el cerebro en
ir directo a las peores posibilidades en situaciones difíciles
como aquella, quite uno de los maderos de la barricada y camine
hasta la franja de árboles, me gire lentamente revisando mis
laterales y avance de frente hasta el árbol.
Allí entonces mire a Máximo pegado de espaldas contra el tronco
respirando con dificultad.
—¿Estás bien? —le Pregunte.
—¡Si! —dijo Máximo mientras afirmaba con la cabeza.
—¿Te ha mordido? —dije yo.
—No —dijo Máximo con tono cortante, me mostro la camiseta
—Pero te agarro el maldito...
—Si, solo un feo susto. —dijo Máximo, aun serio.
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