Page 155 - Resiliente
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Creí que la actitud de mi amigo habría cambiado radicalmente
con todo esto que paso, pero me equivoque, aún persiste cierto
aire de su antigua personalidad y sobre todo esto se aparece
cuando Laura está a su lado, eso me contenta.
No puedo decir que nosotros tengamos las mismas cualidades,
a pesar del que me alegre documentar que Mauro sigue estan-
do intacto mentalmente, escuchar todos sus horrendos pasajes
de su voz es algo apenas tolerable, Máximo sabe lo que había
en esa bitácora, y lo discutimos varias veces durante los días
pasados, y sabemos bien todas las repercusiones que esos actos
pudieran tener... pero igual, me alegro de que mi amigo siga
siendo el mismo, apagado y aterrado sin duda, pero en el fondo
sigue siendo el mismo e indirectamente agradezco con todo
el corazón a Laura por haber cuidado de su actitud y su mente.
Se quedó observando lo que habíamos logrado primeramente
por la casa y luego salió a caminar junto con Laura, aún te-
nía que apoyarse en viejo bastón debido a que aún no conservaba
toda la fuerza que su cuerpo tenia, Máximo y yo lo escoltamos
de lejos, reviso bien todo y repetía muchas veces que se ale-
graba de estar allí, junto a nosotros.
Sin embargo todo ese tiempo lo prefería estar con Laura y ambos
hablaban de cosas que nosotros no llegábamos a escuchar,
por varias horas toda la urbanización estuvo en completa calma,
ni siquiera los zombis de la calle contigua comenzaron
a fastidiar, Mauro quería seguir caminando, era como si
el tiempo que había estado encerrado lo estuviese recuperando
respirando profusamente el aire aun limpio de la montaña
y el ligero frio que daba con los vientos de las cimas.
No tuvimos mucho dialogo con Mauro durante esta tarde...
luego de tres horas aproximadamente, a eso de las seis
de la tarde, uno de ellos comenzó a golpear la barricada
con desesperación y descubrimos sin mucho esfuerzo que era
uno de esos histéricos intentando hacerse con nosotros.
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