Page 242 - Resiliente
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     Sin protestar comenzamos a avanzar para la reja verde de en-
                                    trada, Máximo se acercó temerariamente acomodándose la gorra
                                    y comprobó la reja, estaba trancada con un enorme candado
                                    de hierro, este nos miró, se encogió de hombros y comenzó
                                    a subirla y en segundos todos estábamos haciendo lo mismo.
                                    Torpemente caímos la distancia de la reja hasta el piso una vez
                                    la pasamos y  comenzamos a adentrarnos en la urbanización con
                                    mucho cuidado, las  casas eran iguales, más bien idénticas,
                                    por lo que imagino que toda la urbanización habría sido cons-
                                    truida por el mismo arquitecto, y quien sabe si también le
                                    hubiese pertenecido al mismo.
                                    Eran seis casas, hasta el fondo, todas del mismo tamaño, del
                                    mismo color verde y madera, y con el mismo patio frontal y
                                    jardineras, todas estaban del lado derecho formando una gran
                                    hilera, del lado izquierdo había una buena cantidad de terreno
                                    con césped ya bastante crecido.
                                    Podríamos usar tanto terreno para sembrar, nos aproximamos
                                    a la primera casa y Máximo me llamo agarrándome del antebrazo.
                                            —Separémonos, —dijo en susurro. —yo voy con los novatos a
                                    la segunda casa y ustedes revisen esta.
                                            —¿Vamos a romper la regla que nosotros mismos impusimos?
                                    —dije con incomodidad.
                                            —Dijiste a menos que hasta que lo dispusiéramos de otro
                                    modo, y este es el modo en que los vamos a disponer, somos un
                                    grupo de cinco tipos y aquí el único que es verdaderamente del-
                                    gado es Mauro, así que mejor que torpe y grande, reducido y con
                                    eficacia. —dijo Máximo mirandome.
                                    Palabras sabias, pero me preocupa que mi hermano, siga colocan-
                                    do su vida adelante de nosotros para seguir protegiendonos, el
                                    que se lleve a los dos nuevos integrantes, sin preparacion al-
                                    guna, me preocupa...
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